MG: Intacto, invicto concierto de Manolo García (Pamplona)

En loor de multitudes una vez más; he aquí cómo se consumó el enésimo paso del legendario Manolo García por Iruñea, llenando Baluarte hasta la bandera y protagonizando un concierto que, tal y como lo definió en su recta final, se tradujo en lo siguiente: en un catártico intercambio de sensaciones y emociones.

Construido el repertorio sobre canciones de todas sus épocas artísticas, la velada, de manera sorprendente, arrancó con la interpretación de tres temas en formato acústico, con el artista, secundado únicamente por el teclista, brindando para empezar el primer tema que grabó en 1980 al frente de Los Rápidos, Navaja de papel, sonando acto seguido (ya con cinco de sus músicos a su alrededor) La sombra de una palmera, de Arena en los bolsillos (CD con importante protagonismo dicha noche) y Aviones plateados, primero de El Último de la Fila en hacerlo y en ser cantado por los presentes.

Y acto seguido, tras calentar motores de dicha forma; después de agradecer sentidamente su presencia a todos, comenzó el torbellino musical propiamente dicho, sonando como primer botón de los nuevos Un alma de papel, dentro de un repertorio seleccionado de forma realmente detallista; de un conjunto de canciones facturadas por la banda sin reparar en medios sonoros para ello entre las que destacaron Malva, A veces se enciende (de El Último…, cantada al tiempo que estrechaba manos entre las butacas, en una primera incursión por la sala) o las igualmente de estreno Compasión y silencio, La sombra de la sombra de tu sombrero o Estoy alegre, viviendo el cantante plenamente sobre el escenario, bajo una envolvente y espectacular ambientación luminotécnica -que en todo momento sugirió y buscó complicidad- todos y cada uno de las canciones que cantó; recorriendo constantemente el entarimado de un lado a otro bailando, gesticulando y transmitiendo como solo él sabe hacer; bueno, y saliendo también del escenario, llegando la anécdota de la noche durante la interpretación entre el público de Nunca el tiempo es perdido: y es que, tras posicionarse contra los recortes en educación, cultura o sanidad, tras manifestar que saludaba a quienes se oponen a los mismos, a la que estrechó la mano entre otras personas, curiosamente, fue a Yolanda Barcina…

Y así transcurrió el concierto; de manera incontestable -se mire por donde se mire-, rematado en primer lugar por los hits Somos levedad y A San Fernando (con buena parte de los presentes en pie, cantando y bailando) y, ya en los bises; en la ¡hora! de bises brindada, por temas de Arena en los bolsillos y Los días intactos sonando mano a mano -en una primera tanda- y, en la segunda, retomando finalmente los derroteros acústicos testigos del inicio del concierto, con clásicos como Insurrección o Pájaros de barro, antes de cerrar definitivamente en medio de un ambiente inmejorable con una ranchera. Y es que claro, García se metió de tal forma al respetable en el bolsillo… ¡que casi no se lo pudo sacar! Un Manolo García que, súper dinámico y vitalista, lejos de jaula alguna (como las que se pudieron ver al borde del escenario), sobrevoló Iruñea cual pájaro poco amante de reja alguna, derrochando arte y libertad, tras años atrapando sueños y dibujando canciones con ellos. Demostrando seguir intacto. Invicto, una vez más.

Fecha: Miércoles, 31 de octubre. Lugar: aAuditorio Baluarte, Iruñea. Intérpretes: Manolo García, a la voz y a la guitarra y a las percusiones (ocasionalmente), acompañado por Juan Carlos, a las percusiones; Charly, a la batería; Iñigo, al bajo; Albert y Ricardo, a las guitarras eléctricas; Víctor, a las guitarras acústica y española, y Nacho, a los teclados y a la acordeón. Además se contó con la bailarina Marta Fernández. Incidencias: Presentación del CD ‘Los días intactos’; 2 horas y ½ de duración, dos sesiones de bises incluidas. Lleno, localidades agotadas, público de ambos sexos y diferentes edades que se mostró entregado.

Fuente: Noticias de Navarra – Oscar Beorlegui – Enlace