Manolo García – Acústico, Acústico, Acústico (crítica de Rocksession)

Pocos artistas hay que con combinen los números mastodónticos de Manolo García con una total discreción y sencillez. Paso a paso por su camino, a buen seguro no alquitranado, acumula ya cuarenta años de canciones y escenarios, unos cuantos cientos miles de discos vendidos a lo largo de su carrera y giras de kilométrica amplitud de fechas, como las 55 que despachó en la que trae como colofón este doble disco y doble DVD en directo: Acústico, Acústico, Acústico. Tan abarrotado como sus discos, siempre extensos en metraje, con cerca de dos horas y media de duración y que, quién lo diría, venía a ser el primer espectáculo acústico al completo de toda su carrera y, por tanto, también su primer trabajo de esta naturaleza. Y es que, después de tantos años, parece casi inconcebible que estando su discografía llena de esa querencia más cercana, pese a que es incuestionable la afición por la maraña eléctrica con la que le gusta azuzar, haya tardado tanto en darse (darnos) ese gustazo. Ricardo Marín, Víctor Iniesta, Josete Ordoñez (guitarras españolas, acústicas y laúd), Juan Carlos García (piano, percusión y coros), Olvido Lanza (violín y chelo), Charly Sardà (percusiones) e Iñigo Goldaracena (contrabajo y acordeón) acompañaron a Manolo García (voz y guitarra acústica) en la reconstrucción de canciones de su discografía, donde hay más espacio para Los Rápidos que para El Último de la Fila, una rareza, y donde Geometría del Rayo y Arena En Los Bolsillos (por supuesto) llevan el peso.

El audio está tomado de distintos conciertos a lo largo de la gira, mientras que el DVD fue grabado en el Teatre Tívoli de Barcelona el 10 de diciembre de 2019.

Lo primero que llama la atención es el ‘sacrificio’ de algunas canciones a la hora de la edición del álbum. No me refiero a las numerosas ausencias que en función de cada cual podamos encontrar (yo echo en falta mi decena, que serán distintas a las de cada uno de sus seguidores) pero más allá de ese hecho entendible, sí que extraña más que canciones que fueron interpretadas durante la gira, como el popurrí de ‘Sara’, ‘Lápiz y tinta’, ‘A veces se enciende’ y ‘Canta por mí’ o ‘Insurrección’ como bis final, o ‘El Rey’, no siempre presente, nos deja un tanto con las ganas.

El arranque es infrecuente. Que recupere un tema del disco Sirocos (‘Solo Amar’) y tres de Los Rápidos (‘San Gennaro’, ‘Navaja De Papel’, ‘Braque’), nos dan una sensación de frescura y novedad bastante elogiable, también ese ‘Cierro La Noche’ de punteado guitarrero del Saldremos a La Lluvia. Una toma de contacto para centrarse en la amplitud de la propuesta. Una producción y mezcla del directo muy nítida, sin que perdamos ni un solo matiz del sonido y eso que ya sabemos que la voz de Manolo siempre ocupa un amplio espectro incluso en los discos de estudio. Solo ‘Ya No Danzo Al Son De Los Tambores’ de EUDLF reluce como clásico indeleble en la entrada.

Tras este arranque, la querencia del soniquete flamenco y rumboso de Manolo se hace carne en la triada de ‘La Sombra De Una Palmera’, ‘Sombra De La Sombra De Tu Sombrero’, con dosis oriental de regalo, y ‘Ardió Mi Memoria’, épica con sus poderosas imágenes. Con el viento a favor de esos terrenos más familiares, ‘Océano Azul’ se hace más hermosa si cabe, demostrando la recuperada buena forma del artista. Un bello ejercicio de concreción pop con un delicioso estribillo.

En el tramo final del primer disco, ‘Sobre El Oscuro Abismo En Que Te Meces’ se presenta en doble tempo, el primero, con una intro a piano y voz muy delicado, la segunda más rítmico y como garante del calentamiento de gargantas del personal para el tramo más catártico del metraje. Y es que tras ‘No Estés Triste’, con una melodía introductoria de violín que acrecienta la pena, llega el momento de la santa trinidad manolera: ‘Carbón y Ramas Secas’ (adelantada con respecto al setlist de la gira), ‘Pájaros de Barro’ y ‘A San Fernando, Un Ratito a Pie y Otro Caminando’, tres temas que bien podrían cerrar los conciertos de Manolo desde su nacimiento hasta el fin de los tiempos. La primera presenta un ligero toque abluesado en las guitarras, la segunda una instrumentación mínima porque no le hace falta más para deleitar y la tercera, al inicio del disco dos, contenida y con un nuevo arreglo preciso y precioso en el estribillo.

Con esta imponente traca final no es difícil que el segundo disco se nos haga algo menos brillante, en términos generales. ‘Si Te Vienes Conmigo’ avisa con su tempo swing desde el inicio que la cosa va desenfadada. Juego de improvisaciones animales con el público y una estrofa de ‘Insurrección’ de regalo. Aire fronterizo en la revisión de ‘Nunca El Tiempo Es Perdido’, que se me hace un tanto extraño, como que se despida del público faltando once temas y más de una hora de concierto.

Tiene muchos pero si hay uno en el que nunca me faltan las lágrimas es en ‘Como Quien Da Un Refresco’. Siempre infalible, la grandeza de la revisión no desmerece en una soberbia interpretación vocal y un excelso remate final de piano. Y si antes hubo espacio continuado para Arena En Los Bolsillos, el siguiente tramo reúne cuatro temas consecutivos de Geometría del Rayo‘Nunca Es Tarde’ y su línea de contrabajo palpitante y cadencioso, la embaucadora ‘Ardieron Los Fuegos’, la doliente y afilada ‘Ruedo, Rodaré’ (y eso que la adaptación acústico le hace perder algo de veneno al cambiarle el tono) y la inquietante ‘El Frío De La Noche’.

En el cuarto final, ‘Rosa de Alejandría’ se hace densa y corpórea con una inesperada tensión rítmica en los fraseos y gran protagonismo de las siempre acertadas percusiones de su ‘hermano’ Juan Carlos. El disco Todo Es Ahora solo tiene la presencia de ‘Busco Cielos’, tema que conocimos de las maquetas inéditas de aquel álbum, con límpida impronta pop. Versos de Antonio Machado adornan ‘Somos Levedad’, también con unos coros líricos. ‘Una Tarde De Sol’ se torna en canción andariega y despreocupada antes de acercarnos al fin con ‘Para Que No Duerman Mis Sentidos’, al que en su tempo de rumba le creo encontrar un guiño en los violines al primer verso del ‘Soy Gitano’ de Camarón de la Isla (aunque mi otra mitad me mantenga la duda) y ‘Un Giro Teatral’ que, en el audio, se queda como un extraño cierre pese a su sencilla e inútil declaración de amor.

En suma, un disco ‘muy Manolo’ en metraje y generosidad, y también en el enorme trabajo que transpira cada una de las canciones para tener detalles y matices que enriquecen las originales, evitando la simple traslación desenchufada.

No podíamos esperar otra cosa porque en este caso no había decepción posible

Fuente: Rocksession – https://rocksesion.com/2020/07/16/manolo-garcia-acustico-acustico-acustico/