Monthly Archives: julio 2019

La luz atrapada

  • Manolo García brilló como se esperaba en el primero de los espectáculos del Concert Music Festival 2019

Tiene luz, mucha luz. En el escenario la deja escapar a conciencia por mucho que, en ese gusto infinito por arrancarle metáforas al sonido, lo atrape entre el cielo y el suelo con bombillas enjauladas de canciones de exquisito lustre. Luces verticales y melodías unidireccionales, directas al corazón. MÁS INFORMACIÓN

Imagen de uno de los conciertos celebrados en Sancti Petri el pasado verano.
Imagen de uno de los conciertos celebrados en Sancti Petri el pasado verano. / C.M.F. (CHICLANA DE LA FRONTERA)

Manolo García le apasiona existir y crear, le gusta Exprimir la vida y arrojar esa composición a la audiencia como un alegato frente al mundo tecnológico, aquel encerrado entre los vértices, no ya del tiempo donde anidan los sentimientos, sino donde pululan el artificio y la engañosa cercanía de una pantalla luminiscente. 

Esa audiencia del concierto inaugural del Concert Music Festival 2019 bailó, cantó y se atrevió a acercarse a pie de escenario para sentir, sin necesidad de un puñado de likes, un luminoso concierto de dos horas y media donde Manolo García brilló como se esperaba e hizo combustionar en aplausos el poblado de Sancti Petri, con un lleno casi absoluto de público. No pudo evitar García, eso sí, que el respetable inmortalizara en imágenes los paseos que se dio entre butacas y gradas. Hasta en tres ocasiones hizo vibrar a su verita esa garganta de poso andaluz para regocijo del veraniego festival. Fue benevolente con semejante asalto tecnológico a la cercanía de su talento. 

El recital, en formato acústico, funcionó como un mecanismo perfecto que liberó en un haz de luz el cálido repertorio del cantante y compositor. Cierro la noche, una medio bulería abrigada por su pañuelo rojo al cuello; Solo amar al ritmo de su característico movimiento de manos ya rematando las notas de la compacta instrumentación de la banda, ya buscando el fraseo perfecto entre notas de cegadora claridad; Sabrás que andar es un sencillo vaivén modulando en matices las palabras; o Del bosque de tu alegría, la que se sabe que siente cada vez que pisa tierras gaditanas.

La luz atrapada en el talento de Manolo García escapa también inevitablemente cuando se pone reivindicativo: «Con vuestro permiso quisiera dedicar el concierto a los pequeños agricultores y ganaderos de Cádiz y a Greta Thunberg, la estudiante de trenzas rubias que ha hablado a la cara de los poderosos sobre el cambio climático». Un guiño a su infancia de crío de pueblo, de jornal ganado con sudor vertido en verdes campos que están por desaparecer por la estulticia humana.

Manolo García no es que ilumine, deslumbra cuando toca el timbal o la silla en la que descansa, los platillos o la armónica con la misma facilidad con que se entrega al quejío que le inspira esta tierra dentro de un repertorio muy variado como el recuerdo a su etapa en Los Rápidos con Navaja de papel y Braque, en El último de la fila con el casi country de Ya no danzo al son de los tambores, o el improvisado cuadro flamenco que se montó para encarar La sombra de una palmera al tiempo que dos pantallas proyectaban chinescas sombras que no lograron ensombrecer la potencia lumínica de ese instante a tenor de los inmensos aplausos que recibió.

Acompañado de una espléndida banda compuesta por Ricardo Marín (dirección musical, guitarra española y acústica), el gaditano Juan Carlos García (teclado, arpa y voces), Íñigo Goldaracena (contrabajo), Víctor Iniesta (guitarra española, acústica y laúd), Charly Sardá (percusión), Josete Ordóñez (bandurria, laúd y guitarras española y acústica) y Olvido Lanza (violín, viola, voces y baile), el halo que desprende Manolo García en directo, en cualquiera de sus formatos, rodeó Sancti Petri en canciones como Sombra de la sombra de tu sombrero, en la que se arrancó de flamencas maneras a bailar provocando que la audiencia se pusiese en pie; Ardió mi memoria, donde la única fémina de la formación ejecutó una maravillosa coreografía que puso a latir el suelo de los corazones asistentes; o El frío de la noche, Ardieron los fuegos y Océano azul, pertenecientes a su último álbum Geometría del rayo. Tras esta última a punto estuvo de perder un zapato al regresar al escenario. «Me gusta mucho bajar del escenario. Soy de los que piensan que todos estamos a la misma altura. Nadie es mejor que nadie». Apuntaba así a la emocionante última parte del concierto. Aunque aún quedaban luces por liberar.

Porque especialmente brillantes en su vestido acústico resultaron Pájaros de barro, con la colaboración especial de un asistente al recital que llamó «mi maestro» a García. Éste le dio la réplica: «Ha sido feliz en el escenario, es lo más importante». También A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando antes de asegurar ante un público enloquecido que «me mola Cai». O regresando a El último de la fila, Sara yLápiz y tinta, coreadas de principio a fin. 

García encaró la recta final del espectáculo rogando eso de Si te vienes conmigo con destellos muy circenses, a la manera de una big band de jazz juguetona que sirvió al músico para improvisar un simpático pique entre platea y gradas con sonido de granja nocturna. «Mola mucho jugar, tiene algo de inocente», confesaba antes de entonar algunos temas de enorme claridad en la noche cerrada como Una tarde de sol y Giro teatral y otros tantos clásicos modernos de su repertorio como Nunca el tiempo es perdidoSomos levedad y Carbón y ramas secas que tornaron en un ramo de rojas flores con el que le obsequiaron.

Con el espectáculo en su punto álgido y ante el anuncio del primer gran nombre del Concert Music Festival de que «normalmente hacemos tres horas de concierto pero me pide la organización que dejemos paso a los dj’s» de la zona lounge del festival, lo único que quedaba pendiente era la Insurrección de un público entregado que no quería dejar escapar a su ídolo. «La organización me va a matar», decía entre risas. Se marcó un apoteósico final pasada la una de la madrugada.

«Nos habéis ayudado a vivir otro día», se despedía el artista de las melodías de sol, las metáforas resplandecientes, la lámpara mágica del talento atrapada en su voz y liberada para Cádiz en otra noche más de música inolvidable. Tiene luz el maestro Manolo García, mucha luz.

Fuente: Diario de Cadiz – Julio Sampalo – ENLACE

Manolo García: «Vendría a la provincia de Cádiz a pasar todos mis inviernos»

El artista inaugura hoy el verano de conciertos que por segundo año consecutivo vivirá el poblado de Sancti Petri.

Sus temas más conocidos protagonizan este recital acústico.

–Inaugura esta noche el Concert Music Festival con un recital acústico. ¿Hay un sentir distinto en la desnudez escénica? MÁS INFORMACIÓN

Vista del escenario donde se celebrará esta noche el primero de los conciertos.
Vista del escenario donde se celebrará esta noche el primero de los conciertos. / SONIA RAMOS (Chiclana)

–Hay una variación grande en este tipo de espectáculos. De entrada, el cantante puede matizar mejor, cantar de manera menos forzada que al competir con instrumentos eléctricos, donde la voz humana tiene que apretar más. Aquí todo está más medido. Si me remito al flamenco, es como el cantaor cuando compite con instrumentos amables, guitarra y cajón. Así modula mejor la voz. Nunca antes había girado en acústico, algo que me está permitiendo conocer otros rincones de mi voz y utilizar registros diferentes a la fórmula roquera.

–Sorprende que en la época por antonomasia de los grandes conciertos y festivales se embarque en una gira más pequeñita. ¿Quiere ir a contracorriente o es simple elección personal?

–Es algo casual. Es realmente una gira partida en dos. La idea era tocar en teatros, a los que volveré en octubre, con la gente sentada pero nos pilló el verano. Esta vez no voy en formato rock and roll pero el espectáculo no va a ser un muermo porque yo soy muy animoso. Estoy acostumbrado a que en mitad del concierto el público baile y yo le doy esa libertad. Mis conciertos son algo vivo y familiar, en el mejor sentido de la palabra. Soy muy inquieto y me gusta la intensidad de las pequeñas cosas. Una canción es una pequeña gran cosa.

–¿Qué escucharemos hoy?

–Es una formación de ocho personas. Haré canciones antiguas revisitadas y algunas de las últimas, con arreglos diferentes, con otros instrumentos y distintas sonoridades. Son conciertos largos. Cuando llevo dos horas pregunto “¿todo bien, queréis que sigamos?”. Lo importante es que sea apasionante y flipemos durante un rato, que estés en un tsunami emocional y lo contagies al público. De repente rescato un tema de El último de la fila, me invento alguna canción que no se había tocado o alargamos otra. Voy picoteando de un sitio y otro. Haré una versión de A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando que en nada tiene que ver con la original, también temas muy conocidos versionados, algún experimento… Será una noche muy especial.

–Ya sabe que cuando canta esa canción en esta tierra el público se vuelve loco.

–Totalmente. Esa canción tiene que ver con mi padre, un hombre que hasta los 23 años trabajó en el campo y que venía de una familia pobre. Yo le preguntaba “papá, ¿por qué no vamos al cine” y él me contestaba “sí, al de las sábanas blancas”. Está basada en frases populares que escuchaba cuando era un zagalín.

–Regresa a la provincia tras cubrirse de éxito hace justo un año en el Muelle de Cádiz. Una tierra que le es muy querida como ha manifestado en alguna ocasión. ¿Qué le atrae de estos lares?

–Tiene algo mítico. Soy aficionado a la Historia, a las primeras colonias fenicias y griegas, por aquí entró el cuerpo de los cartagineses frente a Roma, que me cae fatal. Hoy Cádiz posee una cantidad de agua maravillosa, montaña y mar, paisajes que lo flipas. Y algo misterioso. Esa manera hedonista de enfrentar la vida que impregna el ambiente. Pasaría todos mis inviernos aquí.

–Catalán, con una voz de enorme poso andaluz y recientemente Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, la tierra de su infancia. ¿De dónde se siente realmente Manolo García?

–La infancia es la primera de las patrias. Los inviernos los he pasado en La Mancha, en un pueblo que era un cruce entre Granada, Jaén, Murcia y Albacete. Del sur me gusta esa mezcla de sangre, ese lado oriental que culturalmente es muy bonito, me tira muchísimo pero me siento primero catalán. Respeto el derecho de todo el mundo a sentirse de un lugar determinado.

–Sin embargo, algunos en su tierra natal, Cataluña, se afanan en levantar fronteras . Harían falta más de dos y tres canciones para poder solucionar ese desaguisado ¿no?

–Haría falta el trabajo político, ellos tienen la responsabilidad, se les paga de manera espléndida para trabajar en la dirección correcta. Tienen que ponerse a trabajar porque la gente ya lo hace.

–¿Tiene esperanza en ello?

–Evidentemente. Cataluña ha sido un territorio de llegada de inmigrantes, hay cientos de miles de andaluces. Es mestizaje puro y lo razonable es que aflore el sentido común.

–Sus letras son genuinas, marca de la casa. Cuando compone, ¿piensa en el público?

–Nunca. Sería trabajar a la carta. Se crea por una necesidad vital de airear unos sentimientos. El artista se levanta por la mañana con el pulso de dar lo mejor de sí en lo espiritual. Cuando me pongo con la guitarra o con el teclado no estoy pensando en un disco, sino en ser feliz, en sentirme vivo. Eso luego se convierte en canción y si no te gusta, tienes todo el derecho a ello.

–¿Nota una brecha generacional en sus oyentes?

–La noto absolutamente. Se pretende que la gente joven no sea feliz y consuma sin parar, están alienados. Los poderes que manejan la venta de tecnología no tienen una pretensión cultural, sino material que beneficia a cuatro señores en paraísos fiscales. Nada que ver con los músicos de los 70. Bandas flipadas y drogadas pero que buscaban la libertad. Cada disco era un tripi, un viaje. Ahora si algo no te mola a los diez segundos, lo descartas.

–¿No salva nada entonces?

–Solo me gustan los grupos que no suenan en la radio. Hoy hay una tendencia de ir a tiro fijo, el rollo youtuber me parece un timo colosal, una basura. Si viene un chico nuevo y me demuestra que hace cosas especiales, le compraré el disco. ¿Me vas a decir que hay miles de influencers que lo hacen todo genial?

–Artista multidisciplinar, ¿qué le proporcionan las pausas creativas entre proyectos?

–Me atengo a mi ritmo, no al de la compañía de discos. Para contar hay que vivir. En los hoteles dibujo, he escrito canciones en un avión, pero necesitas tiempo para emociones y vivencias. Creamos con lo que leemos, escuchamos, odiamos, tememos o amamos. Hablar con un camarero de fútbol te da nuevos temas.

–En 2018 se cumplieron 20 años de Arena en los bolsillos. ¿Qué se ha demostrado como artista en estas dos décadas?

–He constatado que la música me apasiona. Aprovecho los ensayos para grabar nuevas ideas. En el concierto cantaré una canción nueva, Busco cielos. Haría más pero no me gusta que la gente grabe con el móvil. Inauguro la semana que viene en Gerona una exposición llamada Deshumanización. Mi defensa frente a la tecnología es el arte. No me gustan los replicantes. ¡Que les den por culo! Quiero ser humano.

Fuente: Diario de Cadiz – Julio Sampalo – ENLACE

Manolo García: «Cerrar el centro de Madrid al tráfico es como una tirita para un cáncer»

El cantante actúa hoy en la primera jornada del Concert Music Sancti Petri de Chiclana de la Frontera

El poblado de Sancti Petri de Chiclana acoge desde hoy hasta el 30 de agosto la segunda edición del Concert Music Festival, uno de los grandes eventos del verano andaluz, y que en el mes de julio contará con artistas como Vanesa Martín (día 13), El Arrebato (18), Cepeda (21), Beret (24), Café Quijano (25), Raphael (26), Pablo López (27), Nyno Vargas (28) o Diana Navarro (31). La cita arrancará con Manuel García, que presentará un concierto acústico «pero nada amuermado», tal como nos comenta por teléfono con su imperecedero buen humor.

– Que su gira sea acústica no significa que no haya espíritu rockero.

Eso lo llevo en mi ADN, así que no falta nunca. Además es un concierto muy variado, en el que vamos cambiando la formación y la instrumentación, así que es muy movidito. Es para un público sentado, pero para que también se levante a bailar. No vamos a estar toda la noche en plan muermo, aullando a la Luna.

– ¿Qué vendrá después este verano?

La semana que viene voy a dar dos conciertos en Sant Feliú de Guixols, donde además voy a hacer una exposición de pinturas y de instalaciones de madera. Será en el espacio Carmen Thyssen que hay allí.

– No sabía que trabajara con madera.

Eso es nuevo, me he tirado a la piscina. Son instalaciones pequeñitas, pero me lo paso muy bien liándome a martillazos con ellas (risas). Acabo de pasar toda la mañana trabajando en ellas, y se me ha pasado volando.

– ¿Tienen algún hilo conceptual?

Sí, la deshumanización.

– Esto me hace pensar en su recelo con el exceso de tecnología en nuestras vidas.

Exacto. Es lo que le decía: he pasado toda la mañana trabajando con hierros y maderas, aislado, sin necesidad de estar informado ni de saber nada del exterior durante horas. Me he tomado un desayuno, me he puesto a trabajar y se me ha pasado el tiempo volando y he sido feliz. Eso es para mí la humanidad. Intento alejarme de la tecnología todo lo que puedo y con todas mis energías. Las tecnologías tienen cosas buenas, aplicaciones en medicina, en el arte, etcétera. Pero esa idea que nos meten de que un móvil te lleva al nirvana, ¡y una mierda! Lo que hacen es esclavizar a la gente, especialmente a la que no sabe mesurar su uso. Yo me rebelo contra esa esclavitud, hago ejercicios para alejarme de eso, como el de esta mañana. No tengo Whatsapp, no tengo Instagram, no tengo «smartphone». Empleo el tiempo en las cosas que me hacen sentir humano.

– ¿Y qué me dice de esos cacharritos que te hablan en casa y te dicen el tiempo que hace, el tráfico que hay, las recetas que vas a comer hoy…?

¡Eso es una mierda! ¿Pero qué es eso de hablar a una máquina? Yo quiero hablar con personas. Habrá gente como yo que siempre se negará a tener eso en casa. A mí ver a una persona hablándole al móvil me da vergüenza ajena, me huele a caspa. No admito que me manipulen de esa manera. Eso son ideas de ejecutivos que se toman un whisky a las diez de la mañana, riéndose de cómo se van a forrar con estas cosas que no hacen más que esclavizar y que encima eliminan puestos de trabajo. Yo cuando voy al metro intento que me dé el billete la persona que está en la taquilla, no la máquina. De todas formas, las corporaciones tecnológicas pueden pretender vendernos lo que quieran en el futuro, pero como no arreglen la madre del cordero de todos los problemas no van a poder vender una mierda.Si no conseguimos que la temperatura deje de subir, la hemos cagado

– La madre del cordero es el cambio climático.

Claro. Llevo años insistiendo en esto. Desde la época de El Último de la Fila, ya recogíamos dinero para organizaciones ecologistas y trabajábamos en serio con este tema. Pero el problema es cada vez más acuciante. Ha habido una pequeña buena noticia: en Dinamarca el Gobierno lo ha declarado prioridad nacional. Pero en el resto de Europa estamos a verlas venir. Que si cerramos el centro de Madrid al tráfico, que si barrios peatonales en Barcelona, que si nosequé… Tiritas para un cáncer. Vamos a lo que vamos, señores. Por favor. Hace falta un vuelco total de modelo económico y social, que si está bien planteado va a crear muchos puestos de trabajo. Si no conseguimos que la temperatura deje de subir, la hemos cagado. Los jóvenes tienen la llave que puede hacer girar el curso de los acontecimientos.

– Serrat, Sabina, Julio Iglesias… hasta cien artistas han retirado su repertorio de la SGAE. ¿Se lo plantea?

Ahora mismo no sé exactamente qué está pasando, pero por lo que me cuentas, sí. Me lo voy a plantear. Lo llevaba pensando un tiempo, porque lo que ha pasado en los últimos treinta años allí no es de juzgado de guardia; es de alto tribunal. Metimos al zorro en el gallinero. Es terrible que nuestra propia entidad, la que se fundó para defendernos, esté abusando de nosotros.Lo de la SGAE no es de juzgado de guardia; es de alto tribunal

– Fue muy bonito el detalle que tuvo con una fan enferma que no pudo acudir a su concierto.

Estaba muy mal y no pudo venir. Su familia se acercó en el concierto, me dijo que siempre disfrutaba mucho con mi música y me pidió un autógrafo. Le dije que mejor iba a verla al día siguiente, y así lo hice. Sin pretensiones de que la prensa se diese cuenta. No quería que saliese en los medios.

– Pero ver una buena noticia, entre tantas malas, sienta bien.

Pues eso también es verdad. Vale, vale (risas).

Fuente: ABC – Nacho Serrano – ENLACE

Manolo García: «El rato que una persona está grabando con el móvil deja de estar en el concierto»

El músico catalán abre este sábado el Concert Music Festival de Sancti Petri donde presentará los temas de ‘Geometría del rayo’ y éxitos de toda su carrera

El maestro regresa a Cádiz, a Sancti Petri, con un concierto diferente, donde tocará en acústico los temas su último disco ‘Geometría del rayo’ junto a los éxitos de siempre. Las canciones sonarán más armónicas aunque siempre manteniendo su esencia rock. Sin embargo, aunque el concierto promete ser más dulce las palabras de Manolo García siguen siendo reivindicativas porque sigue fiel a su esencia y conserva las mismas ganas de demostrar que la vida hay que vivirla y exprimirla hasta el último trago: «no cumplo años, cumplo sueños», explica cuando se le pregunta por su edad.

El artista aboga por la austeridad, por atesorar los momentos precisos que convierten la vida en irrepetible, frente a la cultura del exceso, desbordada de imágenes y vídeos que vulgarizan lo que podría ser único. García reniega de la perversión de la tecnología y se posiciona. Aquí no vale ser neutral.

En julio del año pasado, estuvo usted en el muelle de Cádiz… Un año después ¿qué tal va la gira y el disco ‘Geometría del rayo’?

Esta gira es diferente porque es acústica, con lo cual las canciones suenan de otro modo. Tantos años de oficio y nunca había hecho nada en acústico Y está muy bien porque te permite matizar más cantando porque lo que tengo enfrente, –oponiéndose a la voz o apoyando mi voz–, no son instrumentos eléctricos que me aprietan demasiado a veces y me obligan a apretar a mí también. Es una experiencia nueva y estoy muy contento con la gira acústica porque está resultando muy bonita. Normalmente, el público empieza sentado y luego, a mitad del concierto, la gente se levanta y se pone a bailar. Y es algo que no solo no me molesta, sino que me gusta.

Aunque el concierto sea diferente, ¿repasará los temas de siempre?

Claro, evidentemente. Hago un repaso bastante exhaustivo porque estoy haciendo un concierto que nunca baja de las dos horas y pico. Así que me da tiempo para repasar canciones antiguas y también para hacer algún guiño a ‘El último de la fila’ pero, en este concierto, todo armonizado diferente.

Es verdad que mis composiciones son melódicas aunque trabaje en modo ‘rock and roll’ pero el formato acústico aún me abre más posibilidades con lo que temas como ‘Pájaros de barro’, ‘El tiempo es perdido’ y ‘San Fernando’ tienen otro aire y el público las canta pero queda sorprendido.

¿Con quién estará sobre el escenario?

Me acompañan siete músicos, entre ellos Juan Carlos García, un gaditano de La Línea con el que llevo trabajando desde los tiempos de ‘El último de la fila’ y que este año se encarga de percusión, coros y algunas canciones de piano. Para esta gira trabajamos con instrumentos acústicos que dan una visión nueva de las canciones. Tenemos guitarras españolas, guitarras acústicas, acordeón, violín, percusión y bandurrias.

Ha incluido una dedicatoria expresa para «aquellos que no pueden vivir sin arte en cualquiera de sus manifestaciones o modalidades, y que no se quieren conformar con la cultura del entretenimiento fácil de nuestro tiempo». ¿Por qué?

Ahora la preocupación es el consumo puro y duro. Lo que le interesa a la economía mundial es que la gente esté alienada, que consuma y compre móviles, tarjetas y que se enganche a internet. Ahora bien, la cultura de verdad, los libros, la pintura y la música les importa un pepino, solo quieren que compremos chirimbolos tecnológicos que valen una pasta y que los cambiemos cada año. No están preocupados por inculcarle a la gente joven el amor por la cultura y el arte auténtico, sincero.

¿Se deberían prohibir los móviles en los conciertos?

Me parece que nos están quitando la vida, nos están deshumanizando y lo peor es que estamos permitiendo que ocurra. La vida no es eso porque la vida no es en dos dimensiones. Claro que un aparato, que la tecnología, te puede ayudar pero no puede convertirse en imprescindible. Por eso, creo que el rato que una persona está grabando con el móvil un concierto deja estar en el concierto. En el momento en el que estás grabando la vida dejas de vivirla. Nuestros móviles acumulan miles de canciones, vídeos y fotos a los que nunca volvemos y, si lo hacemos, es para mirar el instante que pasó, no para vivirlo porque volverás a verlo como espectador.

Por eso, una cosa es hacer una foto puntual para tener un recuerdo y otra, grabar un concierto entero para transmitirlo de manera íntegra en las redes. Esto es un insulto a la artista que se ha jugado la vida en la carretera, que ha instalado luces y torres de sonido; que ha trabajado junto a un equipo para montar un espectáculo en el que trabajan cientos de personas para dar arte y cultura. Es una trampa. Reniego de eso, del exceso frente a la mesura.

El concierto de este sábado, en el Poblado de Sancti Petri, tiene un encanto excepcional por el escenario natural donde se enclava ¿Es urbanita o más de naturaleza?

Soy urbanita obligado pero no convencido. Vivir en lugares sin polución, con poca contaminación y donde la naturaleza está viva es más sano para el animal que somos. Por eso, me parece terrible comprobar que la España rural se está despoblando y me parece pernicioso que todo se esté concentrando en las grandes urbes. La tendencia debería ser buscar el equilibrio sostenible.

Después de tantos años de carrera, discos y conciertos ¿dónde se sigue inspirando?

Las canciones surgen en el día a día normal. Cuando estás de gira, de entrevistas y de promociones las musas están lejos pero acuden de repente cuando estás en un bar tomando un café. Llevar una vida a ras de suelo, es lo que me da nuevas canciones y ganas de vivir.

Llega a Cádiz después de actuar ayer en la localidad cordobesa de Cabra. ¿Se quedará unos días por aquí?

Tengo provincias preferidas en la península ibérica y Cádiz está en mi lista. Tengo algún amigo y conozco unas cuantas poblaciones maravillosas pero en esta ocasión vengo con el tiempo justo porque el miércoles abro una exposición de cuadros.

La primera parte de la gira la cierro en Girona, en Feliu de Guíxols, donde hago dos conciertos y además inauguro una exposición de mi obra plástica. Así que en esta ocasión no va a poder ser, pero me conozco bastante bien la provincia y algunas localidades por puro cariño al paisaje y al paisanaje.

Fuente: La Voz de Cádiz – Miren Landeta – ENLACE

Manolo García ofrecerá un concierto en Granada el 15 de noviembre

Las entradas para este concierto, que arrancará a las 21,30 horas, salen a la venta el próximo martes 9 de julio

Manolo García ofrecerá el próximo 15 de noviembre un concierto en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Granada dentro de la primera gira en acústico que ofrece en toda su carrera.

Las entradas para este concierto, que arrancará a las 21,30 horas, salen a la venta el próximo martes 9 de julio, según han informado en una nota desde la organización.

El cantante volverá así a Granada con su primera gira en acústico, un formato que no había empleado cuando militaba en ‘Los Rápidos’, ‘Los Burros’ o ‘El Último de la Fila’ y que permitirá aproximarse a la emoción que siempre desprenden sus interpretaciones desde un ángulo absolutamente nuevo.

Acompañado, eso sí, por una banda espectacular en la que no faltan guitarras acústicas, españolas, pianos, laúdes y violines, el histórico cantante barcelonés insuflará nuevas sonoridades a las canciones de álbumes tan aclamados como ‘Arena en los bolsillos’, ‘Para que no se duerman mis sentidos’ o ‘Geometría del Rayo’, publicado el año pasado y por el que el artista ha recibido recientemente el Grammy Latino al Mejor Álbum Pop Rock, además del Premio Ondas 2018 a su Trayectoria.

Será una gira extensa con la que Manolo García quiere llevar su directo a ciudades en las que hace tiempo que sus giras no han recalado.

Fuente: Andalucía Información – Foto EFE – ENLACE