Recibido con aplausos. Así entró Manolo García (Barcelona, 1955) en el Salón de Actos de la UEMC. Con un público entregado, como si de un concierto se tratase, el artista catalán, se sumergió durante cerca de dos horas, en un recorrido cultural en el que desgranó sus vivencias en las tres décadas que lleva como músico.
Diecisiete discos, cinco de ellos en solitario, dan para muchas reflexiones. Y si algo quedó claro de las palabras de García es “la honestidad”. “Cuando uno empieza en este mundo, hay que tener un norte. En la vida, hay que hacer algo útil. Ser honesto, claro con uno mismo”, comenzó diciendo. Y es que Manolo García siempre lo tuvo claro. “Desde niño ya sabía que iba a ser músico y a pintar. La sociedad de los 70 era dura”.
La figura de su padre le resultó vital para darse cuenta de que lo suyo era el mundo artístico. “Mi padre era un obrero no cualificado y antes labrador. He vivido sus experiencias. Con trece años, me llevó a su fábrica, pero yo le dije que no”, recuerda. “Voy a ser músico, no quiero trabajar”, comentó entre risas.
Manolo García, que hasta los 30 años no fue profesional de la música, se encarga de gestionar su propio sello discográfico. “Monté una oficina. Pretendo ser un músico de largo recorrido y hacer cultura popular”, reconoce. Por ello, cuenta con una máxima: “Nunca toco gratis, valoro mi trabajo. Procuro que sean precios populares e intento no aprovecharme del momento”.
El periodismo musical también fue uno de los temas tratados en la mesa redonda. García explicó que los artistas siguen muy de cerca lo que sobre ellos sale publicado en los medios de comunicación y que aceptan las críticas, “siempre que sean objetivas y a poder ser constructivas”. “El periodismo ha de ser independiente y los medios tienen un control político. El periodista musical ha de ser honesto”, reiteró.
“Yo puedo leer una mala crítica y opinar lo contrario. He sufrido muchas”, recordó, poniendo de ejemplo una historia vivida hace 20 años cuando capitaneaba el grupo El último de la Fila. “Una revista musical nos pidió grabar un disco en vinilo. Le dijimos que no porque acabábamos de grabar uno. Un mes después, llevaron en portada “El Último de la Fila está acabado”. Tu lees eso y piensas, qué triste que hayan escrito esto”.
En relación a las nuevas tecnologías. Manolo García señaló que son una gran oportunidad para la gente joven que crece y vive con ello. “El mundo de la comunicación cultural ha servido de mucho”, reconoció. Aunque también puso de manifiesto que a los artistas “nos ha hecho polvo Internet”. “Muchos de nosotros trabajamos por amor al arte. La mayoría vive mal de la música. Quien maneja Internet nos ha hecho muchísimo daño”.
El compositor catalán no quiso pasar por alto y obviar el papel de la televisión para los artistas. “La tele me parece un instrumento alienante. El bombardeo de publicidad es enorme. Debería retomarse y pensar bien qué queremos. Que no haya más formación musical es triste”, recalcó.
Y no obvió tampoco hablar de los formatos televisivos que denominó “programas de creadores”. “No seré yo el que rompa estos formatos como La Voz. Demuestran que son gente válida, pero buscaría programas en donde se primara más la creación y menos la interpretación. Echo de menos el valor de componer tu propia canción”.
Por ello, cerró su intervención animando a que los músicos actuales gestionen su propias canciones. “La clave es que sea una gestión limpia, sin fobias ni amiguismos. La valoración ha de ser en lo artístico”.
Fuente: El Tintero de Valladolid – ENLACE
