Monthly Archives: febrero 2013

EUDLF: Documentos gráficos

Galería de imágenes de un concierto de El Último en Valladolid, sala 4ª del Zaratán:
EL ULTIMO DE LA FILA 6
Más fotografías de Chusmi en: http://chusmi10.blogspot.com.es/2011/12/el-ultimo-de-la-fila.html

Y otra estupenda foto de la actuación de El Último de la Fila en el concierto de Amnistía Internacinal, con Bruce Springsteen. Esta imagen que aparece en un libro que se presenta el 1 de Marzo. Musica pels ulls: es una memoria visual de dos décadas de música en vivo en Barcelona –desde los últimos años de la dictadura hasta principios de los noventa– a través de las imágenes de Francesc Fàbregas:
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Gracias Jose Campillo de http://campillanito.blogspot.com, por haber encontrado hoy este par de documentos gráficos de la historia de El Último de la Fila. Salut!

MG: MANOLO GARCÍA ACTUARÁ, EL 15 DE FEBRERO, EN LA GALA BENÉFICA POR LA ESCUELA AFA

Manolo García confirma su participación en la gala benéfica por el 30 Aniversario de la escuela AFA (Actividad Física Adaptada). La gala tiene como objetivo promocionar la actividad que desarrolla la AFA en el ámbito del ejercicio físico adaptado a personas con alguna discapacidad. Tendrá lugar el próximo 15 de febrero, a las 21h, en el Auditori de Cornellà.

Haz click aquí para más información. Fuente: Pag. Oficial Manolo García – ENLACE

Manolo García promociona la gala benèfica ‘El límit el poses tu’ from UNES Unió Esportiva

MG: Manolo Garcia «falto de vitalidad» ¿?¿?¿? cierra su gira en Madrid

Antes de que os leáis esta ‘crónica’, quisiéramos dejarle estas humildes palabras/comentarios al autor/a de la misma : «Sinceramente, no sé en qué concierto estuviste, pero lógicamente no en el mismo que nosotros; estoy bromeando, pero es que creo que todos los allí presentes disfrutamos a tope con dos horas y tres cuartos de concierto y más de treinta canciones a todo ritmo. No entiendo lo de que Manolo García estuvo ¿falto de vitalidad? Lejos de fanatismos y siendo objetivo, estamos hablando del último concierto de una gira que ha llevado a Manolo a cerrar más de 50 conciertos, la mayoría con el aforo completo, en los que Manolo ofrece cerca de 3 horas de su trabajo.

Aunque Manolo y su banda toquen en recintos pequeños, más estilo teatro/cercanos, el ritmo suele ser endiablado, con las lógicas pausas para coger aire, por que sí, es humano, pero en ninguno se ha podido evitar que la gente se levante de sus sillas nada más sonar los primeros acordes. Seguro que se le hace imposible dejar «su vitalidad» de un lado. A parte, supongo que sabrás que durante esta gira el cantante ha sido operado de apendicitis, ha pasado por una lumbalgia, y eso que son las primeras bajas que se coge en su carrera. Conociendo el historial de Manolo García ¿dudar a estas alturas de su vitalidad? vamos hombre! Siempre respetamos las opiniones ajenas, y repito, lejos de fanatismos, pero es que esta vez nos parecen criticas más que gratuitas e infundadas.

Para muestra un botón, juzguen ustedes mismos (vídeo grabado personalmente por mí durante ese concierto):

PD: Por cierto, infórmate antes de escribir, por que no tiene ninguna canción que se llame ‘Tempus Fugit’, y quizá te refieres a «Lo quiero todo». Menuda credibilidad! Salut!». Y ahora la ‘crónica’:

No fue el que nos tiene acostumbrados en la despedida de su temporada de conciertos. En el Palacio de Congresos de Madrid, Manolo García se despidió de su gira “Los días intactos”. Como siempre, miles de seguidores le esperaban ansiosos a que saliera al escenario. A ritmo de “Navajas de papel” (un tema deLos Rápidos) arrancaba un concierto que prometía más de lo que finalmente fue, según comentan nuestros colegas de Quiero besos.

noticia/crónica completa.

El público estaba entregado, pero Manolo se ahogaba. La masa pedía más, pero parece que no le quedaban fuerzas. Lograba levantar, pero las canciones de su último disco no ayudan, demasiado lentas, demasiadas canciones… El recital se vino arriba con “Aviones plateados” o con “La sombra de una palmera”, pero las sensaciones no eran las mismas con “Estoy aquí” o “Tempus Fugit”, no parecía el García al que nos tiene acostumbrados.

Lo que no faltó fue reivindicación. Tras cantar “Un giro teatral”, paró un momento, como él mismo dijo, “para leer las anotaciones que hago cuando miro el telediario”, y se dispuso a protestar, comenzando por las tasas impuestas en Justicia, el recorte en las clases de refuerzos a discapacitados, el cierre de urgencias… y, por supuesto,  una alusión a los banqueros, iniciaban diez minutos instrumentales a modo de protesta que culminaban con “Un año y otro año”. Y es que si por algo se caracteriza Manolo García, es por su compromiso social, y así, retomó su crítica dedicando a los jóvenes que tiene ilusión por triunfar en la música o en lo que quieran, su tema estrella, “Insurreción”.

Tras un repaso por el repertorio de su trayectoria en solitario, pasando por algunos temas de “El Último de la Fila”, un Manolo García aún más cansado, pero con ganas de entregarse, se despidió  alternando ritmos como sólo él sabe hacerlo: mezclando “Cuando yo quiera has de volver” con “Adelita” y “La bamba”. Esta vez, mi acompañante fiel a sus conciertos y yo, no nos hemos quedado sin nuestra ranchera, pero sí con un sabor agridulce por la falta de energía que hemos notado en algunos momentos.

Fuente: OcioGay – ENLACE

EUDLF: El Último se deshiela

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Quimi Portet invitó a Manolo García a interpretar una canción en su recital del Palau de la Música tras 16 años sin compartir escenario.
A Quimi Portet, el Palau le estimula la imaginación y las ganas de suministrar grandes sustos a sus fans. Si hace tres años, en su estreno en la sala, interpretó, por primera vez desde que trabaja en solitario, una canción de El Último de la Fila, Mar antiguo, el jueves, en el ciclo BandAutors, fue un poco más lejos y, en su misión de provocar una crisis coronaria colectiva, sacó al escenario a su histórico compañero de correrías: «un noi del Poble Nou, el otro guapo de El Último de la Fila… ¡Manolo García!».

No interpretaban juntos una canción sobre un escenario desde que El Último de la Fila anunció su disolución, en enero de 1998. Más aún, desde el concierto póstumo de la banda, que se desarrolló sin ninguna pompa funeraria (Portet y García aún no habían tomado la decisión final) en la localidad de Cehegín (Murcia), en septiembre de 1996. Más de 16 años sin verse las caras sobre las tablas.

El reencuentro no fue a lomos de ningún éxito de El Último, sinode una pieza de Portet, Massa, a la que García puso la voz en su versión original, del disco Hockei sobre pedres (1997). No era la primera vez que cantaba en catalán: ahí está Noies voramar, dúo con Maria del Mar Bonet, y la versión traducida de una pieza de El Último, Del templo a la taberna, que el grupo grabó hace dos décadas para TV-3. García, que hacía días que no se afeitaba (guiño a la imagen barbuda de Portet en los carteles promocionales), cantó con serenidad y se despidió apelando a los «18 años de carretera » que le unen a Portet (y al bajista de la noche, Antonio Fidel, otro ex-Último) y resumiendo la andadura en términos envidiables. «Hemos sido muy libres porque hemos vivido mucho y hemos tocado y cantado».

Gestos de generosidad

Portet vino al Palau a presentar su disco Oh my love, del que tocó siete canciones, pero desvió el foco tres veces hacia sus invitados. Antes de García irrumpió un Adrià Puntí de aspecto saneado, al que el guitarrista, generoso, arropó en dos canciones, Flors i violes y Sota una col, de los discos que le produjo cuando el ex-cantante de Umpah-Pah era un artista activo. Esperemos que vuelva a serlo. Y en los bises, el tercer cómplice, Albert Pla, con bañador, albornoz y gorro, cantando Sunny day.

Como hilo conductor de la noche, un repertorio, el de Portet, que en sus últimos discos matiza la expresión tribal con destellos melancólicos. Piezas estimables como Tinc una bèstia dintre meu, Vida interior d’un lluç (que dedicó al Rey) y Quitèria, y dos citas al disco Acadèmia dels somnis. En la segunda mitad del recital creció la temperatura rockera: en Ràdio infern, Portet dio pie a unos desarrollos guitarrísticos de Jordi Busquets dignos de Neil Young & Crazy Horse. De ahí, a La rambla y un Rock’n’roll, de Gary Glitter, orgullosamente cejijunto. «Música moderna », como la calificó Portet. Y en un vago clima de deshielo.

Fuente: El Períodico – ENLACE – Jordi Bianciotto