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Quimi Portet: «…éste es mi oficio y me gusta…»

Qimi Portet

Quimi Portet, que ayer cumplió 52 años, regresa mañana a Tarragona (Sala Zero, 22.00 horas), dentro del Festival In-Somni, para presentar su sexto disco en solitario: «Viatge a Montserrat».

Hace 10 años cantaba que estaba ‘fart de fer frases fetes, cançons i rimetes’, pero veo que continúa componiendo.

Lo cierto es que ahora ya no hago frases hechas. Bromas aparte, éste es mi oficio y me gusta, aunque en algunos momentos de mi vida pueda manifestarme de forma más o menos optimista.

Empieza su disco con ‘Música para cremar autobusos’. ¿No teme que le acusen de incitar a la violencia?

No, porque cuando yo hago la música el autobús ya está ardiendo.

Este inicio instrumental podría definirse como un western ‘made in’ Osona.

Yo nací en 1957 y en mi casa, en los sesenta, se escuchaba música americana e inglesa porque mi madre era una fanática. Seguramente hay una sonoridad a los Shadows en esta canción. Es un homenaje indirecto a mi madre.

Ha titulado su gira como World Tour…

De momento me llaman sólo de Catalunya, pero estoy preparado para ir a donde me llamen, incluso a la Isla de Pascua.

 

Pero un World Tour sin pasar por Reus ya no es tan World Tour como dice.

Siempre he actuado en todas mis giras en Reus, estoy convencido de que me llamarán.

¿Ve realmente a Catalunya llena de polígonos industriales y granjas de cerdos?

¿Hay alguien que no lo vea así?. Cualquier persona que haya viajado por Catalunya lo puede ver, no creo que sea una imaginación mía.

¿Ha visto cómo se ha degenerando el paisaje?

No soy economista, ni ecologista ni sociólogo. Soy un simple observador del mundo y es lo que veo cuando viajo sin analizar las causas.

¿Usted ha sido ‘xirucaire’?

Nunca, pero he vivido rodeado de xirucaires. En una época fue una pequeña frustración no haberlo sido, pero la canción Excursionista hay que tomarla con humor.

El humor y la ironía se mantienen constantes en sus letras.

Hay una gran presencia del humor, pero también hay canciones muy serias. Como mínimo un 70% del disco es serio, pero yo soy alegre y me gusta presentar los discos con humor e ironía.

En su disco aparece varias veces el hecho de ‘fer-ho al pavelló’. ¿Hay alguna frustración en eso?

Si plou, ho farem al Pavelló puede entenderse como algo positivo. Cuando yo era joven y se hacían fiestas populares, costellades o cargolades, en los carteles siempre ponía: Si plou, ho farem al pavelló.

Sabadell, Montserrat, Barcelona son lugares que aparecen en su disco. ¿Tiene olvidado el sur?

No crea. En mi blog tengo una especie de obra de teatro humorística llamada Els amants de la Fatarella y también canto a la Mare de Déu del Vinyet. Tengo una visión abierta al mundo.

¿Qué recuerda de su primera visita a Montserrat?

No recuerdo nada. Fui a Montserrat de pequeño. Creo que había unos niños que cantaban.

¿Ha regresado a Montserrat?

No. El disco se titula Viatje a Montserrat por cuestiones románticas. Me gusta la palabra viaje y el nombre de Montserrat.

Sigue grabando el disco usted solo. ¿Por qué?

En todos los discos he tenido colaboradores, como Albert Pla o Antonio Fidel. Sólo en Cançoner electromagnètic no entró ni una sola persona al estudio. Me gusta trabajar solo, aunque también he demostrado que sé trabajar en equipo, pero cuando yo lo decido.

Usted ha compuesto un centenar largo de canciones para sus proyectos. ¿Nunca le han pedido temas otros artistas?

Cuando era pobre y las pasaba canutas ofrecí canciones a muchas personas y siempre me las rechazaron, aunque he pasado 16 años componiendo canciones para que las cantara Manolo García.

¿Le ha llegado algún señor con un suculento talón para que vuelva El Último de la Fila?

Hemos dicho muchas veces que nunca volveremos a tocar juntos. Los dos hacemos música y hacemos lo que realmente queremos. Si fuéramos vendedores de seguros, quizás decidiéremos volver.

¿Cuáles son sus ambiciones?

Mi ambición es la de todo el mundo: vivir sin trabajar. Quien diga lo contrario miente.

¿Canta para alguien especial?

Hago música popular, ni canto para un país, ni para una ideología, ni para una generación ni para una edad determinada. Canto para quien pase por allí.

Fuente: Diari de Tarragona – Enlace