Es una declaración de intenciones ya desde su título: Los días intactos. Manolo García (Barcelona, 1955) tiene nuevo trabajo. Un disco que saldrá a la venta el 25 de octubre coincidiendo con la publicación de un libro con sus dibujos y pinturas y la inauguración de una muestra de su obra plástica.

¿El título resume su espíritu?

Habla de una necesidad, de mis ganas de que todo se renueve, de mantener la curiosidad y la ilusión, de alejar el tedio. Saber que no puedes empezar el día con un prejuicio, que el talante va a ayudarte a vivir. Es una premisa. Pinto el bisonte porque quiero cazar el bisonte.

Fuente: ADN – ENLACE

Es su disco menos experimental, igual el más rockero.

Absolutamente de acuerdo. Siempre trato de hacer canciones pero en otros discos he experimentado más. He trabajado con músicos más de mestizaje, que usan otro lenguaje e instrumentos. Aquí me he ido básicamente a las guitarras eléctricas, alguna española…

¿Por eso se fue a EE UU a grabar con los músicos de Dylan, Elton John o Tom Waits?

No es que no esté a gusto con mi banda habitual, son canitas al aire que echo. Mi trabajo con ellos es más predecible y salir, un reto. Lo hago para superarme, tener sonidos vivos.

En sus nuevas letras hay más ironía y un regusto al 15-M.

En mí siempre ha vivido un pequeño indignado. Desde crío. Tengo una parte ácrata bastante desarrollada. Yo me abrí a la música con los ecos de Vietnam, con Hendrix, los Beatles y Janis Joplin, eso te marca. Me dio conciencia social y ahora está en el disco, es mi granito de arena.¿Por qué han de manejarnos cuatro banqueros y dos políticos? En este mundo no hacen falta líderes, hacen falta personas que hagan equipos y que trabajen.

¿Es responsabilidad del artista transmitir un mensaje?

No. Cada músico decide cómo factura su obra. Hay gente cuya única pretensión es hacer algo lúdico. A mí me gusta, sin que me adoctrinen, desgranar un discurso. Escuchar a Dylan, Leonard Cohen, Calamaro o José Ignacio Lapido. Me hace más combativo. Me gusta saber que los Clash han existido.

¿Qué lugar ocupa la pintura frente a la música en su vida?

Yo empecé pintando. La música me absorbió porque da un resultado inmediato de disfrute, fiesta, amigos… La pintura es muy solitaria para un chaval de 17 años. Ahora están empatadas y casi gana la pintura. Le dedico muchas horas. Ilustro lo que creo, pienso y siento.

¿El arte es una terapia?

Absolutamente. Consigue liberarte del temor que pretenden aplicarnos a todas horas. Un artista no arreglará el mundo pero lo hace más habitable. Lo que me atrae de un escenario es compartir dos horas de emoción con gente que no conozco e igual no me cruzo más.