QP: Un genio que aloja una bestia dentro de él.

Esta entrevista se pudo realizar por teléfono. Sin embargo, no fue así. Tengo cierta alergia hacia ellos. Gracias a su amabilidad y paciencia, acordamos hacerla por escrito. Además, el móvil se me habría caído cinco o seis veces al suelo por los nervios –lo que sería muy molesto para el entrevistado–. O quizás el que se hubiera caído hubiese sido yo. Como tantos otros, soy un enamorado de su trabajo.El Último de la Fila (en adelante: EUDLF) lo descubrí cuando iba al colegio. Los Burros y sus huesos vinieron después. Fue uno de mis primeros conciertos, en la plaza de toros de Alcázar de San Juan, presentando “Nuevo pequeño catálogo de seres y estares” (1990). Hoy tengo treinta y cinco años –pasaron muchas personas por mi vida, más de una me dijo adiós–, pero no han pasado tres días seguidos sin escuchar su guitarra y/o su voz.No tengo ni idea de catalán –ni de tantas otras cosas–. Apenas se me quedó grabada alguna que otra palabra en las distintas ocasiones en las que visité la playa de chinas de Calella. Sin embargo, esta carencia no me ha impedido disfrutar de discos tan fantásticos como “Hoquei sobre pedres” (1997), “Cançoner electromagnètic” (1999) o el que ha publicado este año, “Oh my love”(2012), el cual está presentando en directo desde comienzos de este verano finiquitado.

Le guardo un aprecio enorme. En solitario o con Manolo García me ha dado mucho –siempre consigue calentarme el corazón–. Yo, en cambio, sólo le he comprado unos discos y unos tickets para sus conciertos. Señor Portet, muy amable por atenderme. Muchas gracias.

Menos en “Cançoner electromagnétic”, el título de una de sus canciones siempre es compartido con el del disco. Se repite la situación con la publicación de “Oh my love”, título de su última grabación y del segundo tema del mismo. ¿A qué se debe este hecho? ¿Por qué no uno distinto? 
Quizá es un tic que guardo de la época clásica del Rock. Cuando yo era joven muchos de los discos que me gustaban, llevaban el título de una de las canciones.

¿Qué palabra le definiría mejor: artista o artesano? ¿Guitarra o cantante? ¿Compositor o músico?
A mí siempre me ha gustado presentarme como músico. Creo que es el apelativo que mejor define mi oficio.

Siempre ha mostrado un tacto singular a la hora de elegir las palabras que acabarían erigiendo las letras de sus canciones. ¿Guarda una novela o un poemario bajo llave y sin publicar?
No le puedo negar que desde muy joven me ha gustado escribir pero siempre he escrito textos cortos. Cuando cambio de folio, cambio de tema. Quizás algún día eso pueda cambiar pero de momento la situación es esa. El género en el que me siento más cómodo escribiendo es en el de las canciones.

Si hay una bestia dentro de usted, ¿qué imagina que hay en el interior de los políticos y banqueros que nos gobiernan? ¿Saltarán muchos amores por la ventana en los próximos años por culpa de ellos?
Para ser político o banquero hacen falta una ambición y una vanidad sobredimensionadas. La mayoría de la población carece de esas características. Me resulta muy difícil entender las paradojas del poder. Las relaciones humanas a gran escala se basan actualmente en el puro energumenismo disfrazado de democracia.

No porque suenen igual, que no lo hacen, pero cuando la escucho, mi cabeza sin sombrero relaciona instantáneamente “Carrer nou” con “Ode to sad disco”, del último disco de Mark Lanegan. ¿Le interesan las programaciones y las máquinas para experimentar con su música?
Todas las herramientas que me ofrece el estudio de grabación son bienvenidas a la hora de componer. No tengo una idea predeterminada de como deben ser mis canciones desde un punto de vista estético, de ahí que alguno de mis discos pueda sonar más tecnológico que otro. Todos los músicos solemos creer que cada uno de nuestros discos suena completamente diferente a los otros. La realidad objetiva no es generalmente esa. Por más que nos esforcemos, nuestros discos se parecen más de lo que creemos.

Quizás esté equivocado, pero en cada nuevo disco le encuentro más cómodo y seguro con su voz. ¿Qué tal se lleva con ella? ¿Están peleados o son una pareja feliz?
Soy perfectamente consciente de las limitaciones de mi voz. Procuro suplir esa eventualidad componiendo canciones adaptadas a ese hecho. Ese es un proceso que, como tantos otros, se aprende con los años. Probablemente cuando domine a la perfección ese proceso no quedarán ni voz ni años.

En sus primeros pasos en solitario tras el 13 de enero de 1998 –fecha en la que anuncian la separación de EUDLF–, ¿pensó en utilizar la voz de otro u otros cantantes o siempre tuvo claro que sería la suya la que escucharíamos cuando pulsásemos el play?
Siempre me ha gustado cantar mis temas. Cantaba antes de el Último de la Fila y he vuelto a cantar después. Creo que es perfectamente comprensible que en el Último de la Fila cantara Manolo dada la increíble calidad y expresividad de su voz. Posteriormente he tenido la suerte de producir los discos de Adrià Puntí que me han permitido volver a trabajar con alguien que tiene una voz y una expresividad totalmente fuera de lo común.

La mayoría de nosotros no domina el inglés. Sin embargo, acepta la música cantada en este idioma con absoluta naturalidad. No sucede así cuando los estribillos son en gallego o en catalán. Apenas se les concede una oportunidad. ¿Cuál es la razón?
El inglés como «lingua franca» de la música popular tiene una larga tradición a partir de la segunda mitad del siglo XX. Es perfectamente lógico que el público en general acepte ese hecho como algo habitual. Cuando se pertenece a una cultura relativamente pequeña se tiene una curiosidad innata por otras culturas y por otras lenguas. Al contrario, cuando se pertenece a una cultura de dimensiones considerables, esa curiosidad sólo se da en élites cultivadas y en sectores reducidos de la sociedad.

En su etapa en EUDLF, ¿componía en catalán y después traducía las letras a castellano? Si fuese así, ¿por qué no las grabaron en catalán –y más teniendo en cuenta que grabaron y publicaron en inglés y en italiano–?
Algunas canciones de las que compuse en el Último de la Fila fueron efectivamente escritas en catalán y traducidas al castellano (me viene a la memoria, por ejemplo, «Mar antiguo»). Compuse también muchas canciones directamente en castellano. En los dos casos me siento perfectamente cómodo.
Existe una versión de «Del Templo a la taberna» que cantamos en catalán en un «especial Fin de año» de Andreu Buenafuente para TV3.A sus seguidores siempre nos ha parecido usted una persona íntegra, honesta y consecuente con sus declaraciones. ¿Es fácil serlo en un mundo como éste? Aunque cante dos veces “Sunny day” en el disco, más bien se nos antoja “Hard day”.

Le agradezco el comentario pero creo que para saber si una persona es realmente íntegra , honesta y consecuente, hay que preguntárselo a los familiares más cercanos o a las personas que viven el día a día con él… y no es broma.Los videos musicales que rueda con tanto humor –y, para mi gusto, tan injustos con tan grandes canciones–, ¿son el tributo que debe pagar para que podamos tener sus discos en nuestras casas?

Nunca he sido especialmente aficionado al género video-clip. Con los años he dado con una forma de trabajar ese aspecto de mi carrera que tiene algo de «venganza» contra el género pero que también me produce una cierta diversión. Si me permite simplificar, le diré que una vez la canción está compuesta y grabada ya estoy satisfecho. Para mí todo lo demás (promoción, videos…etc.) es accesorio y simplemente lo acepto con deportividad.

Ha grabado más discos en solitario que con Manolo García. Sin embargo, para nosotros siempre será parte fundamental de esta banda. No lo hacemos con mala fe, señor Portet, es que ustedes nos marcaron para el resto de nuestras vidas sin sentido. ¿Somos unos burros? ¿Le molesta o se ha resignado a aceptar que nunca será Quimi Portet a secas?
Es un honor, y creo que en este caso puedo hablar por Manolo y por mí mismo, que nuestras canciones inspiraran e inspiren a tanta gente pero finalmente lo único que nosotros hicimos e intentamos seguir haciendo cada uno por su lado, es disfrutar al máximo de nuestro oficio y hacerlo lo mejor posible dentro de nuestras posibilidades.

Ser Quimi Portet «a secas» nunca me ha molestado porque en el fondo todos somos nosotros mismos «a secas» siempre, incluso cuando trabajamos en equipo. El que no acepte esa obviedad gastará una fortuna en psiquiatras, en terapias improbables o en productos más o menos tóxicos.

En estos años se ha reeditado la discografía de EUDLF. ¿Estuvo implicado en estas publicaciones? ¿Por qué no tenemos directos de la banda? ¡Ustedes no tenían rival sobre las tablas!
En la última recopilación que se publicó, estuvimos efectivamente implicados en las remezclas y remasterización del material y fue un placer revisitar esos temas en el estudio. Por lo que respecta al material en directo, debo aceptar que nunca me han gustado los discos en directo. Creo que las actuaciones en vivo no pueden plasmarse en toda su intensidad en un simple CD. Sé perfectamente que mi postura puede resultar un tanto estrambótica pero no puedo evitarlo.

En estas reediciones eché a faltar “Todo un hombrecito” y “Maldita mi estampa”. ¿Quedan en los archivos más canciones grabadas, no publicadas y desconocidas para el gran público?
Todo el material que compusimos junto a Manolo ha estado publicado en alguna u otra ocasión.

Estar cerca de alguien mucho tiempo nos influye. ¿Qué encuentra suyo en los discos de Manolo García y qué de él en sus discos en solitario?
Con Manolo aprendimos el oficio juntos, sería pueril no aceptar que nuestras mutuas influencias están presentes en nuestras carreras en solitario. Además nuestra amistad fue siempre más allá de la música y es en ese aspecto donde hay que buscar las interacciones más importantes entre nuestras carreras.

Ha venido trabajando también como productor, sobre todo con Albert Pla. Lejos de las cámaras, en la intimidad, ¿es tan mágico como nos parece a nosotros sobre un escenario o detrás de la pantalla del televisor?
Albert es un artista único que tiene la habilidad de arrastrarte a un mundo donde todo está subvertido, los valores estéticos, los emocionales, los morales, los políticos, etc. Esa experiencia la vive el público intensamente y le puedo asegurar que produciendo sus discos se vive de una forma intensísima.

Coprodujo junto a Phil Manzanera el disco “La forma de mover tus manos” (2003), de Elefantes, con el que la banda dio un paso de gigante en cuanto a composición y sonido –nunca sus guitarras habían sonado tan sólidas y contundentes–. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cada uno trabajó sobre determinadas canciones o colaboraron codo a codo en todos los temas? ¿Qué recuerdos guarda?
Al principio de la producción, simplemente nos repartimos los temas y cada uno de nosotros producía los asignados previamente. Durante el proceso, sin embargo, los métodos y el proceso se fueron mezclando y fue, debo decirlo, una grabación muy agradable. La grabación y mezclas se alargaron mucho en el tiempo y finalmente Phil trabajó mucho más que yo en el producto final. El mejor recuerdo: la amistad que trabé con Phil y con todos los miembros del grupo.

Quizás en el futuro tenga la suerte de seguir esta charla en persona tras la prueba de sonido de uno de sus conciertos. Prometo no desmayarme, estaría mucho más tranquilo que con el móvil. Así sabría si se acabó leyendo “La divina comedia” en italiano o qué libro tiene ahora mismo en la mesita de noche. Su película favorita y la opinión que guarda sobre la discografía de Tom Waits y de Joe Henry. Ojalá algún día.

Fuente: Vivir en Verso – jazz baker – ENLACE