MG: Seis noches, seis para comprobar como luce la puesta en escena de Los dias intactos, su nuevo disco

Manolo García es un músico acostumbrado a lidiar con los derrotes del éxito. Supo de sus embestidas siendo treintañero, cuando El Último de la Fila –el dúo que formó junto a Quimi Portet entre 1984 y 1998– se convirtió en uno de los grupos más populares de su generación. Ahora, camino de los 57, templa la suerte y disfruta todos los lances de la faena.

Escribe sin premura y publica cada trienio, aproximadamente. Sus discos se siguen vendiendo muy bien: Los días intactos (2011), el más reciente, el quinto a su nombre, supera ya las 120.000 copias despachadas. Conjuga su trabajo como músico con la pintura, otra de sus pasiones. Lleva una vida tranquila, alejado de los neones y el colorín. Y sigue generando una gran expectación entre los aficionados: Viernes 13, sábado 14, jueves 19, viernes 20, jueves 26 y viernes 27 de abril. Entradas agotadas. Palacio Municipal de Congresos. Avda. Capital de España Madrid, s/n [Campo de las Naciones]. ofrecerá 13 conciertos en Madrid y Barcelona, entre abril y mayo, pero ya no quedan entradas para ninguno de ellos.

Los días intactos dista mucho de ser una sorpresa, y tal vez ese sea uno de sus puntos fuertes. El genotipo artístico de su artífice se manifiesta en cada corte: canciones de estructura y sonido clásicos, con textos muy elaborados y la voz de García, siempre inconfundible, manejando el timón.

Al igual que trabajos anteriores, se empezó a grabar lejos de casa y fue rematado en un estudio de primera, en un pequeño pueblo del Alto Ampurdán. Esta vez, García viajó hasta Los Ángeles y se rodeó de una serie de músicos – Waddy Watchel, Bob Glaub, Kenny Aronoff, Leland Sklaar – que son historia viva del mejor rock norteamericano. Después recurrió a un plantel artístico de toda confianza – con el bajiusta Anotnio Fidel ya trabajaba en Los Rápidos, su primer grupo serio – y terminó de refistrar este nuevo repertorio, en el que destacan los temas Una Alma de papel, Un giro Teatral o Todos amamos desesperadamente. Todos sonarán en esta tanda de conciertos, que ratificia el tirón de este barcelonés de costumbres sencillas.

En todos los frentes

Manolo García cultiva varias disciplinas desde siempre. La música es la más conocida y la que más éxitos le ha reportado, pero también pinta –hasta hace poco estuvo abierta en nuestra ciudad la exposición Apuntes de campo de un escéptico participativo–, dibuja y escribe. Si quieres ver cómo se maneja con la pluma o el pincel, hazte con el libro El fruto de la rama más alta –¿un guiño a Yo digo que las estrellas, de Silvio Rodríguez?–, que fue publicado en octubre pasado por la editorial Temas de Hoy. Atentos también a De Mares y visiones, precioso libro que incluye fotos y pinturas del artista, así como un CD y un DVD resumiendo su trayectoria en solitario.

Los días Intactos

El tiempo que escapa, las ganas de vivir, la necesidad de amar y ser amado. Temas universales con músicas directas, aunque con detalles.

Fuente: OnMadrid – El País