Llenazo en la Plaza de Toros para escuchar las nuevas y eternas canciones del ex de El Último de la Fila
Hay que ser muy torero, o muy inconsciente, para que un cantante abra sus concierto con su canción emblema, esa que todo el mundo quiere escuchar. A nadie se le ocurre que, por ejemplo, Bruce Springsteen salga al escenario con ‘Born in the USA’ o, ya en terreno patrio, que Celtas Cortos dispare ’20 de Abril’ como saludo.
Pero ellos no son Manolo García, la antiestrella musical que más millones de discos y entradas ha vendido en España. Y con una legión de seguidores, muchos de ellos ya calvos después de tantos años, tan amplia.
En una Plaza de Toros de Alicante llena y rellena (la organización pudo sacar más entradas a última hora), vino este sábado el ex de El Último de la Fila a demostrar que lo suyo es el escenario y no el móvil, del cual abomina sin remilgos. Sin miedos, la primera ráfaga al corazón fue la mítica ‘Insurrección’. Himno generacional y una de las mejores canciones de la historia de la música española. Pues Manolo García abre así su gira 2024. A puerta gayola, ahí queda eso.
No le basta. Con el éxtasis ya desplegado, sigue con ‘Nunca El Tiempo Es Perdido’, otro de sus pelotazos. A partir de aquí, el público ya no baja nunca de su hechizo durante las tres horas que dura el concierto, con intermedio incluido.
Porque su gente cree en Manolo García, un tipo honesto y sincero. No tiene ambages en reconocer que combinará canciones nuevas de su último disco doble con las antiguas, las que el auditorio ha ido a cantar en comunión. De entre el repertorio que desplegó en Alicante simpáticas sorpresas como ‘Lejos de las leyes de los hombres’ o ‘Aviones plateados’, canciones no muy populares entre los neófitos, pero muy de agradecer para los antiguos seguidores.
Tampoco le dolieron prendas en dedicar el concierto de Alicante a los pequeños y medianos agricultores y a los autónomos. Posicionamiento político diáfano sin populismos ni redes sociales para un público al que habla como si estuviera de cañas. Sobre el escenario, da la impresión que es igual que en su casa.
Eso no quiere decir que sea melifluo ante recintos abarrotados. Al contrario. Manolo García es carne de carretera, sangre de acuarela y voz de poeta. Los que le siguen lo saben. Con sus discos han llorado de pasión; han bailado al son de los tambores y han lanzado al aire pájaros de barro.
Y Manolo García nunca les ha fallado. Siempre ha estado ahí, cuando tanto le han necesitado. Y, por lo que se pudo ver en Alicante, siempre estará.
Fuente: Todo Alicante – Foto Rafael Carmona – Enlace: Manolo García en Alicante: Tú siempre has estado cuando tanto te necesité | TodoAlicante