Manolo García organiza una fiesta en Salamanca

El Multiusos se llenó para escuchar de nuevo versiones magistrales de algunas de sus canciones más aclamadas y para constatar que sigue en forma

Manolo García sigue llenando allí donde actúa y este sábado lo hizo en Salamanca, en el Multiusos, donde no cabía un alma para escuchar de nuevo versiones magistrales de algunas de sus canciones más aclamadas y para constatar que el barcelonés sigue en forma.

Llegó con ganas de darlo todo y tras la primera canción le tiró la chupa y un foulard al público, sin reparar en gastos. A lo largo de las tres horas que duró el concierto lanzaría casi media docena más de pañuelos al público.

Y al resto le regaló su entrega y la de su primorosa banda, que le dan una vida nueva y espléndida a temas que ya soplan cuarenta años y que siguen revolucionando al pueblo.

La versión que ofreció de Pájaros de barro, bajándose del escenario y abriéndose paso a duras penas entre el público, fue estremecedora, y eso que le dio bola a sus fans para que la entonaran con mayor o menor entusiasmo.

Fue uno de los momentos culminantes de una sesión en la que desgranó sus temas nuevos, se gustó con el flamenco y la rumbita y luego hizo lo que quiso con el público cuando empezaron a sonar sus himnos.

Estaba cómodo y empezó a dedicarle el concierto a los pequeños agricultores que nos dan de comer, «para que los dejen trabajar», y a un colectivo «tan puteado como los autónomos, que somos los que levantamos el país. Tratadnos bien como nosotros os tratamos a vosotros», explicaba ante un auditorio entregado.

A las dos horas de concierto anunció un descanso de doce minutos para hacer un pipí y echar un trago de agua. Regresó y confesó que estaba contento, que se había venido arriba, porque estaba a gusto.

Luego se acordó de Amazon, del precio de los alquileres, de los bancos y todo lo que ganan con nuestro dinero, y todo caía bien, porque si te lo dicen entre canciones que forman parte de tu vida lo jaleas.

Estuvo hora hora sobre el escenario y al acabar se deshizo en palabras de agradecimiento hacia el púbico, su banda, los técnicos y los operarios que hacen posible el concierto.

En los vises se despidió con una versión de La bamba y con una ranchera. Una fiesta en toda regla. Genio y figura.

Fuente: Crónica de Salamanca – Enlace: Manolo García organiza una fiesta en Salamanca (lacronicadesalamanca.com)