Manolo García y su pop rock suave hacen tronar al público en Palma

Manolo García y su pop rock suave hacen tronar al público en Palma. El cantante se subía al escenario de Son Fusteret acompañado por una gran ovación. Y no es para menos, pues han pasado tres años desde que asomó por última vez por las tablas en la isla. 

Los fans, incansables -como él-, recibieron al cantante entre vítores y piropos. Se dejaron la voz antes de empezar a cantar, emocionados por volver a escuchar a Manolo García. 

Con más de 2.000 entradas vendidas y bajo una noche en la que el calor parece dar un respiro, el cantante empezaba el concierto con «Insurrección«, himno de El último de la fila; una canción que, tras varias décadas, sigue saliendo de su garganta de una forma visceral, una canción que le devuelve la vida, una canción que suena a dolor y a renacimiento

Así, con esta declaración de intenciones, Manolo García hizo partícipe a su público de cada movimiento y de cada acorde. 

El catalán hablaba a sus fans desde la cercanía que le caracteriza, el concierto se volvió una reunión de amigos, una clase de filosofía, un lugar donde aprender

«Muchas gracias por venir, cómo va todo? Mucha vida, mucha ilusión, que es lo que buscamos siempre, disfrutar de las emociones, del milagro de la vida«, decía ante sus fans en catalán. 

Además de compartir confesiones, su impecable música y su fantástica prosa, el cantante, no contento con todo ello, bajó del escenario para encontrarse con su público y cantar la canción que ya no le pertenece, porque es de todos: «Pájaros de barro».

Manolo García cumplía los 67 un día después de su concierto en Mallorca, una edad que no le ha dado más que fuerzavitalidad y no ha mermado su creatividad y su delicadeza

El cantautor catalán aterrizaba en Mallorca con su nueva creación: un disco doble, el octavo de su carrera en solitario ‘Mi vida en Marte’ y ‘Desatinos desplumados’. Una doble joya que trae bajo el brazo y engancha desde los primeros acordes.

Fuente: Crónica Balear – Carlota Padilla – Foto Isabelle Sleijpen – ENLACE