Poder Acústico

Como siempre, como nunca. Manolo García recaló anoche en el Festival de la Porta Ferrada, en Sant Feliu de Guíxols, como siempre que estrena proyecto, y en esta ocasión dando pistoletazo de salida al festival marinero.

En este caso, con la gira iniciada el 5 de abril en Ciudad Realque es nombre y formato: Acústico. Todos los proyectos de Manolo García (desde que se bifurcó de El Último de la Fila y comenzó a transitar en solitario) han podido catarse en el clásico festival de la Porta Ferrada, que con 57 ediciones casi alcanza en edad al artista barcelonés.

63 tacos pero, como siempre, en un estado de forma envidiable. Preveía, arrancando a las 22.35 (con la visita del alcalde local, Caries Motas), tres horas de show. Y hoy, otras tres. De hecho, Porta Ferrada debía empezar este sábado, pero el arreón de entradas que vendió García en un ratito llevó a abrir otra fecha, la de anoche, con un total de 3.000 tickets a la venta.

Para quien se haya quedado sin, puede degustar al artista en su segundo formato. Desde el jueves y hasta el 3 de agosto puede visitarse en el Monestir de Sant Feliu la exposición Poetes desafectes, excéntrics remers, con 24 piezas de la producción pictórica más reciente de García, entre óleos y acrílicos. El cantante expone sus pinturas desde 1992.

Pero volvamos a la música. Arropado por una banda compuesta por Ricardo Marín, Víctor Iniesta y Josete Ordoñez en las guitarras acústicas, españolas y el laúd, Juan Carlos García al piano, percusiones y voces, Charly Sardá a la percusión, Olvido Lanza a las cuerdas definitivas de violín y violonchelo e Ifligo Goldaracena al contrabajo y acordeón, Manolo García arrancó apelando a ese mundo deseado de Del bosque de tu alegría: «Porque de ti volví a aprender lo necesario. Pan, casa, destino, camino… quedaba mucho por hacer: arreglar la huerta…». Prosiguió tras lanzar un alegato en favor de la cultura y el arte, y tras maldecir la dictadura del móvil: muchos le grababan… con Exprimir la vida, Cierro la noche, Solo amar, Sombra de la sombra… Todas acompañadas por el entusiasta batir de palmas de la concurrencia. De la que tenía las manos libres, naturalmente.

En un par de momentos preveía García enlazar su presente y su pasado, con el mix que ha venido ensayando con Navaja de papel, un tema de su legendaria banda de los 80, Los Rápidos, con otras de aquella otra formación que le dio fama (mundial?) junto al admirado Quimi Portet: En los árboles, Ya no danzo al son de los tambores y Brague, todas ellas de El Último de la Fila. Las cuatro entrelazadas, en una hábil muestra de lo que fue: a Roger Hogson le exigen temas de Supertramp, a Sting de The Police. Hay que saber convivir con el pasado, también el musical. En uno de los conciertos de esta gira, García exigió al público de un auditorio manchego el mismo entusiasmo con Manolo García que con El Ultimo de la Fila… Hacia la segunda mitad, preveía volver a aquella banda con otro mix de Sara, A veces se enciende y Lápiz y tinta. Habrá nuevas oportunidades, pero en otros escenarios menos veraniegos, menos bellos. No es lo mismo un concierto a veinte metros de una barca..

Fuente: La Vanguardia – Ignacio Orovío