Manolo García arrasa en su concierto en el Teatro Romano de Mérida

Un total de 30 temas, durante tres horas de actuación, en las que el catalán no dejó de parar un momento, bajando del escenario para cantar con su público.

Tres horas. Ese fue el tiempo que Manolo García estuvo en la noche de este sábado, 29 de septiembre, sobre el escenario del Teatro Romano de Mérida en un concierto que será difícil de olvidar para los 3.000 asistentes que abarrotaban el graderío y que supuso un excelente broche de oro a la tercera edición del Stone & Music Festival.

Las entradas estaban agotadas desde el pasado mes de diciembre –se puso el sold out en horas-; los recreacionistas romanos de Ara Concordia y Emerita Antiqua, repartidos por todo el teatro, daban la bienvenida a los asistentes; la noche era más que agradable.

Así pues, todo apuntaba que la propuesta de Manolo García como cierre del Stone & Music iba a ser más que aplaudida y la previsión fue más que acertada. El catalán se subió al escenario pasadas las diez y media de la noche y…empezó la fiesta con un primer repaso a grandes éxitos de siempre: ‘Malva’, ‘Alma de papel’, ‘Nunca el Tiempo es perdido’, ‘Pan de Oro’…

Fue un comienzo nostálgico, lleno de energía, inspiración, ilusión y arte, mucho arte. El que él derrochó con versiones de las flamencas ‘Mora de la Morería’ y ‘Todo es de color’. El público lo sabía, estaba preparado y acompañó exultante al artista desde el principio, tal y como informa la organización del certamen en una nota de prensa.

GEOMETRÍA DEL RAYO

No fue hasta el décimo tema, cuando García empezó a desgranar ‘Geometría del Rayo’, el séptimo disco en solitario del artista que fue publicado el pasado mes de marzo. Presentó primero ‘Ardieron los fuegos’ y le siguieron, casi de forma consecutiva, otras nueve canciones de su nuevo álbum.

En concreto, se trata de un trabajo con el que el catalán muestra su excelente momento de madurez personal y artística invitando a la reflexión y a la calma, pero sin perder un ápice la energía, el buen rollo y el movimiento que siempre la ha caracterizado sobre el escenario.

Es un álbum que Manolo García dedica a aquellos que no pueden vivir sin arte en cualquiera de sus manifestaciones y que no se conforman con la cultura del entretenimiento fácil de nuestro tiempo.

«Somos un país en el que es necesario propagar el amor a la cultura. Sin ella estamos abocados a un remolino de grisura», ha llegado a decir el cantante tras la publicación del disco. Y en la noche de Mérida, las piedras del teatro rezumaron arte y cultura con mayúsculas. El que ya tienen de por sí y la que de manera apasionada, con entrega, como si no hubiera mañana, les imprimió Manolo García con sus letras cuidadas, sutiles en ocasiones, directas en otras, pero siempre certeras y directas al corazón de su público.

Luego, de nuevo, cantante y público fueron repasando éxitos del propio Manolo García y de El Último de la Fila. “Carbón y ramas secas”, “Pájaros de barro”, “A San Fernando…”’, “Sombra de la Sombra…”, “Como un burro amarrado …’, así hasta llegar al tema 30 y a las tres horas de concierto. Todo sin parar un momento. Todo energía. Todo locura.

Sobre todo cada vez que bajó del escenario para cantar con el público, haciéndose uno. Todo reivindicación. Porque Manolo García no se olvidó de los pensionistas, de la madre Tierra, de los que saben vivir intensamente. Tan auténtico, tan contundente, tan trascendente, tan definitivo, que resulta difícil entender que sea precisamente él quien habla en sus letras de la levedad del hombre y de su inconsistencia.

Fuente: Región Digital – Foto Stone&Music – Enlace: https://www.regiondigital.com/noticias/merida/299953-manolo-garcia-arrasa-en-su-concierto-en-el-teatro-romano-de-merida.html