Manolo García: “Le mando a Sabina mi apoyo”

Manolo García tocará mañana, a las 21:00 horas, en el Auditorio de La Alameda de Jaén

—Tocará en Jaén tras aplazar el concierto del 14 de abril por condiciones meteorológicas. ¿Doble ganas de poder encontrarse con los jiennenses?

—Sí. Cuando se aplaza un concierto, a veces se suspende, y ya no vuelves a esa ciudad en esa gira. Al ocurrir eso, dije que tenía que hacerlo otro día. Quería venir. Hace tiempo que no visito Jaén y me apetecía. Por eso lo cambiamos de fecha. Sé que hay riesgos de que haya personas que no puedan asistir, pero prefiero eso a no dar el concierto. Tengo una palabra comprometida. Y tengo toda la ilusión de encontrarme con todos los jiennenses.

—¿Por qué es especial para usted esta tierra?

—Conozco bien España y gracias a las giras he pasado por muchos lugares, pero hay tierras que tiran más. Tengo familia por esta zona, entre Albacete y Jaén, por Alcaraz. Tengo muchos amigos en Beas de Segura y siempre me hace ilusión venir. Tengo un punto de simpatía por la tierra cercana a la familia.

—¿Cuál diría que es la razón del éxito de Geometría del rayo?

—Hago discos desde 1981. Empecé con Los Rápidos y, desde entonces, he realizado más de una veintena de álbumes. Cada temporada es un misterio. Geometría del rayo lo he trabajado durante los últimos años, muy tranquilamente. Creo que tiene un punto dulce, aunque hay temas rockeros con guitarra afilada. Cuando elijo el repertorio, hago una gran criba. Repaso mucho los temas y, si tengo dudas, los aparco, y hasta que no esté seguro, no sale. La música entra por el oído, llega al corazón y produce emociones. Muchas personas comparan este disco con el primero que saqué en solitario.

—Además de temas de este nuevo álbum, ¿deleitará al público con letras clásicas como Pájaros de barro o Nunca el tiempo es perdido?

—Sí. Hay canciones que siempre van en el repertorio porque sé que a la gente le gusta. A mí también, evidentemente. Lo que hago, en cada gira, es darle un ritmo y un toque nuevo. Son reconocibles y cantables. Esas dos o San Fernando u Hombres azules, por ejemplo, si no las tocara, el público se sentiría decepcionado. Hago un repaso, pero incluyendo lo nuevo, que para mí es un aliciente.

—¿Qué es lo más curioso que le ha pasado actuando?

—Que se abra un boquete en la tarima del escenario y caerme por el agujero. Ahora ya llevamos suelos mejores. O que se desmadre la actuación y empiecen a subir demasiadas personas al escenario.

—Ha compartido escenarios con Joaquín Sabina. Tras su actuación en el Wizink Center de Madrid, ¿ha tenido oportunidad de hablar con él?

—En realidad no. Me enteré que tuvo algún problemilla y de que estaba afónico. No hace mucho tiempo sé que también tuvo otro problema de salud serio. Me sabe mal lo que le pasó. Aprovecho para enviarle, desde Diario JAÉN, un abrazo y todo mi cariño. Es un autor inmenso. Para mí número uno. En cuanto a letras es un campeón. Un poeta. Deseo que se restablezca pronto y ojalá pueda seguir. Necesitamos que continúe en los escenarios siempre que él quiera.

—Tiene también una gran relación con la pintura. ¿Utiliza la música como inspiración o es el arte una motivación para componer?

—Se retroalimenta. Son dos disciplinas muy diferentes pero que nacen en el interior, en la soledad de los días y la calma. Pintar es soñar y viajar. Es crear pequeños mundos. Eso me lleva a canciones. De repente, surgen melodías, me voy a la guitarra y compongo. Lo hago todo a la vez. Ambos trabajos me permiten ser libre y parar el tiempo. Es una forma de relajar la mente y evadirse de los problemas del día a día y escapar del “ser doliente”. El arte es una isla que salva de la angustia cotidiana y nos ayuda a ir tirando.

—¿Tiene algún sueño que aún no haya cumplido?

—Hacer la canción, el disco o el concierto perfecto. Soy consciente de que es imposible, pero disfruto mientras lo intento y sigo avanzando.

Fuente: Diario de Jaen – Emilio Prieto – ENLACE