Manolo García: “Soy un músico popular, no toco para las élites”

El músico y artista barcelonés apenas se prodigará este verano en las citas festivaleras, aunque su actual gira sea densa. Su control sobre su música y todo lo que la rodea, le lleva a un cierto recelo que refleja sus ganas de satisfacer al máximo a su aficionado.

Aunque a veces parece que fue ayer, el cantante y artista barcelonés Manolo García ya lleva veinte años de singladura en solitario tras la disolución de El Último de la Fila. El pasado abril publicó su nuevo álbum, Geometría del rayo , que le ha vuelto a sacar a la carretera. La gira comenzó en Girona en abril, recalará en Barcelona el 20 de octubre, y el festival de Cap Roig será el escenario de su única actuación en este tipo de propuestas del verano catalán.

Su coherencia es conocida: ¿controla el precio de las entradas de sus conciertos?

Sí, totalmente. Yo decido, cuando el asunto me toca a mí. Me ha pasado en algún festival, y si considero que el precio de las entradas es demasiado elevado, decido no ir. Soy un músico popular, no toco para las élites, lo hago para todo el mundo que quiera venir a verme.

 

 

La gira la comenzó en Girona en abril, pero no tocará en Barcelona hasta medio año después.

Yo soy un artista de aquí. Desde hace muchos años elegí no salir demasiado, y como mi territorio de trabajo es este, no quiero hacerme pesado, no quiero abusar de la confianza de la gente y mi primera norma es tomarme el tiempo suficiente para todo y dejar que las cosas surjan y fluyan de una manera natural. Si se me permite el símil, me gusta mantener mi huerto bien cuidado y no quiero pasarme de la raya porque quiero que me dure mucho. Todo ha cambiado mucho, también en esto: la escena estatal en los tiempos de El Último de la Fila era una locura, todas las bandas y todos los artistas íbamos de gira sin parar. Había una euforia tremenda y la gente tenía unas ganas de música y de disfrutar de ella enormes.

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016 (Àlex Garcia)

¿Y no echa de menos eso?

Eso ya ha pasado, se ha acabado. Todos los artistas hemos de trabajar sobre todo los fines de semana; la gente un martes ya no va a un concierto, excepto salvedades. No hablo de Barcelona ni de Madrid, sino de Ciudad Real, Tarragona, Burgos. La oferta lúdica es mucho mayor, las maneras de distraerse han cambiado, la gente juega con tabletas, móviles, internet, videojuegos. También es cierto que en la oferta musical, con tantos conciertos y festivales parece que haya como una burbuja… ojalá no reviente, que no se acabe nunca, pero también eso ha cambiado.

 

 

Esos macrofestivales a usted no le atraen mucho, ¿no es verdad?

Hay que hacer una diferenciación clara. Hay un tipo de festival que se concentra durante un fin de semana o tres o cuatro días con varios escenarios donde se suceden las actuaciones. Allí hay un empresario que su prioridad es hacer caja por un tubo, en las entradas, en la comida, en la bebida. Me parece una oferta lúdica estupenda. Pero creo que en este tipo de convocatorias el que está un poco en desventaja es el artista porque normalmente tiene que soportar el escenario que hay, no puede llevar su equipo, no puede hacer la puesta en escena que le gustaría o las particularidades de sonido que a él le gustan. La ventaja, es verdad, es que viene a verle gente que de otro modo seguro que no lo haría, pero también es verdad que el fan acérrimo es una excepción; la mayoría creo que va sobre todo al fiesteo. Luego hay otro tipo de festivales, como el de Cap Roig, que es el único al que iré este verano en Catalunya, que es un tipo de propuesta como el de Pedralbes, en el que cada noche hay sólo un artista, que trae su gente y su montaje. Y yo me apunto más a este modelo, tanto por edad como por posibilidad.

 

 

 

“Me preguntaron el otro día si tenía previsto jubilarme. Y yo contesté: ‘Verdad que tú no te jubilarías de vivir?’”

Pero, sinceramente, ¿no le atraería tocar en un festival de repercusión planetaria?

En el Rock in Rio que hicieron en Madrid hace unos años me invitaron y acepté. El año pasado estuve también en uno de verano en Ávila con varias actuaciones seguidas una misma noche en el mismo escenario. Pero en general no me gustan porque soy muy estricto con mis cosas, porque tendría que modificar la composición del equipo, de la mesa de sonido. Tengo un pasado muy goloso de la época del Último, donde trabajábamos con ingenieros americanos, ingleses, de primer nivel, y te acostumbras a lo bueno. Y ahora sigo en esa misma línea y, claro, al ir a festivales de ese tipo te tienes que adecuar a lo que hay. Pero bueno… como no soy una persona de ideas fijas, no diría que no si me propusieran ahora mismo una noche festivalera con Lori Meyers y Love of Lesbian, por ejemplo. Diría que sí encantado.

Su nuevo disco, ‘Geometría del rayo’, se convirtió durante semanas en número uno en ventas. ¿Era lógico, fue una sorpresa?

 

 

Lo que a mí me sorprende es que el planeta Tierra siga girando. Por la política, por el día a día, por los que mandan… Que guste mi álbum no me ha asombrado, no sé si a más o a menos gente, pero creo que es un disco correcto. Es genial que esté arriba, pero no soy una persona que se vanaglorie de esas cosas; de hecho ya estoy pensando en cómo será el siguiente. El músico aspira a hacer la mejor de las zanahorias que poner delante del burro para que éste no se pare. Yo lo veo de la siguiente manera: del mismo modo que el primer beso es el primer beso, tu último disco siempre has de verlo como el primero. Es como un reto que motiva la ilusión por el trabajo.

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016 (Àlex Garcia)

¿Y cómo se mantiene en la actualidad esa sensación de reto?

El otro día una persona al acabar un concierto me preguntó que qué planes tenía, que si pensaba jubilarme. Y yo le contesté: “¿Jubilarme? ¿Jubilarme de mi vida? ¿Verdad que tú no te jubilarías de vivir?”. Para mí la música, la poesía, el arte es mi vida. A mí me gusta la gente que ama su oficio y por ende su vida, y la tira adelante con gran complacencia, efusividad y pasión. Soy consciente de que me hago mayor, y eso es inevitable, pero jamás me he dado a la autocompasión. Te has de dar vida a ti mismo y a la vez también se la estás dando a los demás. Al fin y al cabo tu le estás tomando vida a Bolaño, a Pío Baroja, a Philip Roth, a Faulkner, a Barceló, a Velázquez, esa vida que ellos han dejado al alcance de todos.

 

 

Después de hacerlo miles de veces, ¿qué le estimula de subir al escenario?

Cuando eres más joven te preocupa mucho tocar bien, que el sonido esté en su sitio y cosas así; ahora lo que quiero ver es que la gente que ha venido sea feliz, mi objetivo es parar el tiempo y entrar en un estado irreal, donde el aficionado esté confortablemente instalado en una nada perentoria, donde todo está congelado pero vibrando. Y ya no es tanto eso de tratar de hacer siempre un pedazo de concierto. Lo que siempre he buscado, y sigo en ello, es que la gente al acabar diga “guau, ¿ya se ha terminado?”. Y hay otra cosa, que para mí es capital, y es que cuando subes allí arriba para mí todo cambia. En toda mi carrera tengo dos noches de haber estado completamente ebrio, una en un festival de Castelldefels, éramos ya Los Burros, había muchas otras bandas y era muy tarde. Barra libre, alucinógenos, y salí muy flipado. Y el otro fue en el último concierto de El Último de la Fila, y luego me dijeron que hice el concierto a cuatro patas pero que había estado bien. Y a eso hay que sumar dos noches en que estaba enfermo. Aparte de estas cuatro manchas negras en toda mi carrera en vivo, cuando salgo al escenario es como ir a Lourdes, a esperar que se produzca el milagro.

 

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016

Concierto final de reencuentro de Manolo García y Quimi Portet con temas de Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila en 2016 (Àlex Garcia)

Usted me dijo en una ocasión que en este oficio su objetivo es lo que llama ‘operación felicidad’.

Exacto. Y además funciona. Con los años vas soltando lastre, vas aprendiendo a no preocuparte innecesariamente, pierdes rigidez, tirantez. No es que salgas menos responsable ni mínimamente preocupado, pero lo que sí he comprobado desde ya hace muchos años es que si tu talante es positivo y estás bien, te llevas bien con todo el mundo y estás rodeado de amigos, cada noche sales predispuesto a caer bien. Es fundamental estar rodeado de un equipo de buenos ­profesionales y que además somos amigos. Gente noble, sin ataques de estrellitis.

‘Estrellitis’… con el paso de los años, ¿cómo está su ego?

Yo nunca he tenido mucho ego, qué va, qué va. Hago mi tarea, dirijo el tema, pero una vez hecho no busco ir más allá. El ego está a raya, porque algún dios me ha dado el privilegio de tener sentido del ritmo, tener oído y habilidad, y no al vecino de la puerta de al lado, y eso no lo olvido nunca. Uno puede trabajar mucho, pero el brillo y la magia te vienen dadas. En realidad yo no curro nada, ni sé música… llego al estudio, cojo la guitarra, me salen cosas, y lo mismo me pasa a la hora de sacar las letras. Entras en una espiral, en una demencia rara, que me pasa a mí, a Quimi [Portet], a Serrat, a Albert Pla…

Cambiando de tema, ¿qué le exigiría al nuevo ministro de Cultura en cuanto a música se refiere?

Además de que no olvide que detrás de la cultura hay una industria muy poderosa donde miles y miles de familias viven de ella, hay que pedir un mejor trato. En contra de lo que dijo un ministro en la pasada legislatura, la cultura, las artes, la filosofía, las humanidades son la vida de un pueblo, de una nación. Sin todo eso, no somos nada. Hay que dar cancha, cuartel absoluto. No vamos a pedir un trato de favor pero sí uno ecuánime y justo. Y algunas veces esto no necesariamente tiene que ver con el dinero sino, desde el primer momento, con el propósito.

¿Y es optimista?

Regulín… soy más bien escéptico. Me hubiera gustado un detalle por parte del nuevo presidente en el sentido de que hubiera contado con figuras políticas de otros partidos políticos para su gobierno. Y ahora hay que constatar que eso desemboque en la eficacia, porque detrás de decisiones que pueden ser vistosas hay unas oposiciones que no lo van a poner fácil.

¿Este cambio gubernamental puede bajar la tensión del llamado ‘procés’?

Si dicen que van a reunirse, que lo ­hagan y no paren de hacerlo hasta que haya soluciones políticas para el ­gusto de la mayor cantidad de gente involucrada. Pero primero hay que hacerlo.

MANOLO GARCÍA

Festival de Cap Roig 15 de julio. 22 horas caproigfestival.com

Manolo García intenta sobre todo que el público se sienta feliz en sus conciertos

Fuente: La Vanguardia – Esteban Linés – Fotos Alex García – ENLACE