Asfalto: «La democracia la utilizamos para poner en el poder a los necios»

Se avecina un fin de semana ciertamente importante para Asfalto, pues el viernes 3 de febrero publican su decimoséptimo disco, Crónicas de un tiempo raro, que un día después sonará junto a los clásicos del grupo en la celebración de su 45 aniversario en La Riviera madrileña, en una velada con sus 1.800 entradas ya agotadas e invitados como Manolo García, John Helliwell (saxo de Supertramp), El Drogas, José Carlos Molina o Aurora Beltrán.

Dos fechas muy señaladas en la historia de un grupo infatigable y que a pesar de las dificultades y las modas, nunca ha cesado en su actividad desde su fundación en 1972, tal y como recalca Julio Castejón, al frente de Asfalto desde 1974. Y a pesar de que tanta celebración invita a la euforia, el vocalista, guitarrista y compositor admite que tiene un «sentimiento agridulce», pues «una banda que tiene tantos años merecería ser mucho más mediática».

«Hemos agotado 1.800 entradas, pero nos quedamos a la altura del betún cuando vienen artistas extranjeros que tienen mi edad, que empezaron al mismo tiempo que yo. No me comparo, aunque sí lo pienso a veces. Pero si le digo a un seguidor de Asfalto que no he tenido reconocimiento le ofendo a él, porque él lleva 45 años o los que sean siguiéndonos- Así que sí que he conseguido mi objetivo y en realidad da igual todo lo demás», reflexiona Castejón.

De hecho, lo importante para este madrileño de 65 años lo importante es su nueva obra, hecha «con mucha meticulosidad y cariño». Esto le lleva a recalcar que en Asfalto siempre han «tratado de buscar la excelencia», al tiempo que agrega que el resultado de ese esfuerzo es, en esta ocasión, un disco que está «en la heterodoxia clásica» del grupo, «tan variada y policromada».

«Aparte de que las canciones están bien vestidas y suenan espectaculares, lo importante para mi es el concepto, a lo que cantamos, a lo que dedicamos la obra», explica Castejón, quien defiende que «si una canción no porta un contenido que tenga cierta emotividad, son como un montón de palabras que quedan en el aire flotando, que pueden tener una apariencia poética, pero en realidad el contenido no mueve nada».

Porque si hay algo que caracteriza la extensa obra de Asfalto es, efectivamente, la reflexión y la denuncia social, como queda claro en nuevas canciones como Melani -contra la violencia de género con saxo de John Heliwell- y esa Crónica de un tiempo raro que resume todoo el contenido del álbum y justo por eso le da título, en la que Castejón canta ‘no es tan fácil de entender que quien nos roba se quede con el botín bajo de aplausos de quien tu pusiste ahí’.

«Cuando estaba el disco terminado me di cuenta de que las canciones son crónicas de este tiempo raro que estamos viviendo, de este tiempo extraño en el que determinados valores están difusos, en el que resulta que todos los que hemos hecho apología de la libertad, los que queríamos vivir en una sociedad democrática, ahora nos damos cuenta de que la democracia la utilizamos para poder en el poder a los necios», denuncia el músico.

Profundizando en la cuestión, se pregunta Castejón «qué nos ha pasado, qué enfermedad nos ha afectado». Y se responde a sí mismo aseverando que «evidentemente hay algo que se nos escapa». «Esto que está pasando no es normal. A lo mejor es que estamos en el frontispico de algo más severo y peor que nos puede llevar a una convulsión histórica muy potente. Esperemos que no», plantea, sin dar nombres concretos pero sabiendo que el mensaje es tan general como claro.

45 ANIVERSARIO EN MADRID

Cuando este nuevo disco tenga poco más de 24 horas de vida, Asfalto vivirán en La Riviera madrileña su noche especial, planteada como una «fiesta, como una reunión de gente que de alguna manera va a juntarse para darle un aplauso a la banda más longeva del rock español en su 45 cumpleaños». «Y hemos adelantado el inicio del concierto media hora hasta las 20:30 para poder tocar todo lo que queremos con los invitados», avisa un Castejón rebosante de ilusión.

Esa misma ilusión se hace paulatinamente más evidente según va hablando de todos los invitados de la noche, empezando por el ya mencionado John Heliwell de Supertramp, de quien el madrileño subraya que «ha militado en una de las bandas de referencia del mejor rock progresivo». Y aún agrega: «Resulta muy agradable que haya querido tocar en el disco y que se venga al concierto también».

Manolo García, por su parte, se apunta «sin contraprestación alguna» porque uno de los conciertos que más le impresionaron en su juventud fue de Asfalto, tal y como Castejón desvela entre risas al asegurar que el barcelonés le ha pedido cantar «cualquier canción del primer disco» porque se las sabe «todas». «Viene a cantar y se va de vuelta a Barcelona, por gusto», remacha.

En esta línea, recalca que «lo de Cánovas, Adolfo y Guzmán es una cuestión de justicia, porque si fueran anglosajones serían míticos, pero aquí son ignorados a pesar de su exquisitez». «José Carlos Molina, de Ñu, es otro de los maltratados de este país, que se ha perdido un genio con él. Al margen de todas sus locuras, es un músico como la copa de un pino. Representamos a una generación maldita», sentencia.

También pasarán por el escenario El Drogas y Aurora Beltrán, «que se han apuntado de motu propio», así como el cantante de Dry River, Ángel Belinchón. La guinda la ponen Richie Benítez, cantante en el disco Corredor de fondo, editado en 1986 por Asfalto, así como Mario del Olmo, primer guitarrista y quien inventó el nombre del grupo allá por 1972 pero que abandonó en 1973 para dedicarse a otros menesteres ajenos a la música.

«Espero que nosotros seamos capaces de estar a la altura de las expectativas. Cuando nosotros decimos que hemos tocado regular, lo sabemos pero la gente no se entera, pero esto se va a grabar para su posterior edición en CD+DVD y con los invitados hay un extra de presión», señala, antes de terminar con una sonora carcajada y una intención por cumplir: «El domingo 5 me borraré del mapa y me dedicaré a dormir».