«Debemos mantener el equilibrio entre la naturaleza y el hombre»

Manolo García, cantante y compositor, finaliza su gira este sábado en Gredos, en el Festival Músicos en la Naturaleza

A cuatro días de despedirse de los escenarios, la voz de Manolo García suena al otro lado del teléfono con sabiduría y reposo. Parece que no estamos hablando con alguien que este sábado pondrá fin a otro ciclo de su carrera artística. Pero sí: Es el cantante de Los Rápidos, de Los Burros y de El Último de la Fila. La veteranía es un grado para afrontar con normalidad hechos excepcionales como, por ejemplo, protagonizar este sábado uno de los festivales más populares del país a la vez que se cierra una gira. Pero lo de Manolo no es solo veteranía. Estamos con un artista que insiste en disfrutar de su oficio como un hobby; a pesar de que cada uno de sus conciertos movilice a cientos de profesionales y a miles de espectadores. El festival Músicos en la Naturaleza de Gredos cerrará este sábado su edición de 2016 con el último concierto de Manolo García en una buena temporada. Después, por supuesto, de las actuaciones de Electric Orchestra y Duncan Dhu. El cantante barcelonés interrumpe su tiempo de pintura para charlar con El Norte sobre su actuación en la sierra castellana.

Tanto sus cuadros como sus canciones se visten con frecuencia de madre naturaleza. ¿Qué supone para usted actuar este sábado entre bosques y montañas?
Dado mi espíritu hippie y asilvestrado es algo idóneo para mí. Lo único que quiero es que quede clara mi voluntad de que una vez finalizado mi concierto el entorno ha de quedar impoluto, limpio y exento de ningún peligro de incendios ni de otro tipo de riesgos. Debemos tener cuidado en no alterar ese equilibrio maravilloso entre la naturaleza y el hombre. Sigo pensando que el verdadero progreso debería ser el que concienciara al hombre de su dependencia de la naturaleza. Eso es algo que está demostrado aunque haya poderes fácticos que presionen con impedir verlo así.

Fin de gira en Hoyos del Espino (Ávila). ¿Habrá un guion especial?
Bueno en realidad voy a hacer una batida general de toda mi carrera. La primera parte de la gira la hice con los músicos americanos con los que grabé ‘Todo es ahora’. En este segundo tramo vengo con mis músicos habituales de siempre. Dedicaremos un esfuerzo importante a presentar este disco, aunque no lo haremos de una manera exhaustiva. Es un concierto de Manolo García. Temas antiguos, temas nuevos, mi vida, vamos.

Cuando lanzó ‘Todo es ahora’ no hubo gira de presentación sino que se fue de tourné con Los Rápidos y Los Burros. ¿Sigue tomándose el negocio de la música fuera de las normas de manual?
Solo tenemos una vida. Cada año tuyo es único. Si no lo disfrutas en ese momento, puede que no haya vuelta atrás. La palabra ‘libertad’ sigue siendo la que más me gusta. No empecé en esto ni por el dinero ni por la fama. No quería ser una estrella. Solo quería viajar, ser músico y moverme lo que me diera la gana. Los conciertos son dos horas en las que me abstraigo del mundo y veo que esta misión llega a buen rumbo ya que la gente se lo pasa muy bien, nos vamos todos a otro plano sensorial y luego volvemos.

¿Qué tal la resurrección de sus antiguas bandas? ¿Se redescubrieron musicalmente?
Fue como un reencuentro de viejos alumnos de universidad que duró unos tres meses. Fue muy emotivo no solo vernos de nuevo, sino también facturar ocho nuevas canciones en un segundo Lp de Los Rápidos. Alguna de ellas la he repescado para la gira.

Sin embargo, tanto Portet como usted llevan años diciendo que no habrá reunión de El Último de la Fila.
Con Los Burros y Los Rápidos no había presión. Nadie esperaba nada realmente. Me refiero a cifras, a ventas, etc. Eso nos ha hecho trabajar a nuestro aire. Pero con El Último de la Fila no tiene sentido una reunión. Todo el mundo estaría esperando si superamos o no lo que hicimos en su época y cosas por el estilo. Quizás tendría sentido si Quimi y yo hubiéramos dejado la música y ahora fuéramos ferreteros o electricistas. En ese caso sí, estaría bien una reunión puntual. Pero ambos hemos seguido en la música. Yo he estado muy a gusto componiendo a mi aire y eso hace que no me motive para nada meterme una presión de ese tipo. La vida de ahora ya no es la vida de antes.

Le hemos localizado pintando en su estudio. ¿Qué siente Manolo García cuando cambia un micrófono por unos pinceles?
El mundo de la cultura en general, en esta sociedad tan tecnológica, da mucho sentido a nuestras vidas. Para mi pintar es un remanso de paz, de esperanza. Tanto un cuadro como una canción te arregla la vida. Para mí es como una necesidad primitiva de expresarme. Soy feliz con mis colores acompañados de mi café con leche o de mi cervecita. Puedo estar horas y horas así. Me siento como un ridículo ‘semidios’ creando mundos que me dan cierta vida.

Fuente: El Norte de Castilla – Roberto Terne – ENLACE – Foto: Ricardo Otazo