Manolo García: “El público es como la vida y las relaciones, hay que ganárselo día a día”

Manolo García, que actúa el sábado en el Festival de Porta Ferrada.

Con semblante tranquilo y esa paz que transmite, Manolo García vuelve este sábado a Sant Feliu de Guíxols para presentar su disco Todo es ahora. El Festival de Porta Ferrada vivirá una de sus grandes noches de esta 54.ª edición con un lleno que está garantizado, aunque aún quedan algunas entradas a la venta.

¿Todo es ahora y por tanto carpediem?

Cuando eres más joven la energía hace que vivas por delante del carpe diem. Con el paso de los años te das cuenta de que lo único importante es detener el tiempo. Y en los conciertos, como con cualquier área de la cultura, de lo que se trata es de parar el tiempo.

¿Empezará con Exprimir la vida?

Es una de las canciones que tocaré en la primera parte, pero abriré con San Gennaro de Los Rápidos.

Y, además, vuelve a Sant Feliu de Guíxols, donde ya ha tocado como solista y también con El Último de la Fila. Esto es jugar con ventaja.

Parece que sí, pero en el momento del encuentro siempre debes ganarte al público, en cada concierto. El público es como la vida y las relaciones. Hay que ganárselas día a día y hacerlo siempre lo mejor posible.

Volvamos a la música. Todo es ahora suena más rockero. ¿Ha vuelto a los orígenes?

Es un viaje en zigzag. En todos los proyectos en los que he estado implicado ha habido guitarras eléctricas. El rock ha estado siempre en todas las bandas y en los dos últimos he cargado más tintas por este lado.

En esta vuelta a los orígenes algo tiene que ver David Bowie y la canción que le ha dedicado en su último disco. ¿Inspirador?

Esta canción es excusa para homenajear y para dejar claro la influencia que ha tenido en mí y en muchísima gente de mi generación la música de los setenta. Estaría a su lado John Lennon, Janis Joplin y, entre otras, las bandas sureñas de Estados Unidos de los 70. Es una declaración de principios y de intenciones. Un homenaje a esa música que a mí me ha dado tantas alegrías. Cada mañana me pongo canciones de Janis Joplin mientras estoy pintando. Las he escuchado millones de veces. Y me siguen dando vida.

No descubriremos nada si decimos que la música es su vida. Pero parece que está trabajando en un nuevo disco. ¿Qué está preparando?

En los días libres que me deja la gira ya he empezado a trabajar algunas maquetas. Es amor por el oficio. Y me apetece porque la dan sentido a mis días y a mis mañanas. Yes de este pulso emocional del que surge una canción. El rock está hecho para dar vida a mucha gente. Pero actualmente lo que tengo son esbozos y el trabajo es muy incipiente. Aún le estoy buscando el rumbo del disco.

Nos cuentan que ha empezado a trabajarlo en un estudio en Avinyonet de Puigventós. ¿Qué tiene en la Costa Brava?

Hace muchos años que trabajo allí con Jordi Soler como ingeniero de sonido. Trabajo muy a gusto con él y nos tenemos absoluta confianza. Y Girona es una provincia privilegiada en cuanto a clima, gastronomía y entorno. Es una maravilla. Huyo de los estudios de ciudad. Avinyonet tiene un aire rural que me seduce.

Nada que ver con Nueva York donde grabó Todo es ahora.

Grabamos a unas 180 millas de Manhattan. Estábamos también en un ambiente muy rural. Cuando estás en un estudio, lo primordial es el equipo con el que vas a trabajar y si hace falta estar en una favela, como cuando fuimos a Brasil, lo estás.

La música, para usted, es una necesidad vital, una terapia o algo innato. O todo a la vez.

Todo a la vez. Las tres maneras suman un conjunto que da una situación real. Desde muy jovencito lo tenía claro que quería hacer canciones. En el mundo que nos ha tocado vivir uno busca su camino. Y en este mundo tan industrial y tecnológico que vivimos creo que he encontrado mi lugar perfecto.

¿Cuál es la canción de su vida?

Hay muchísimas. Tengo en mi mente cientos de canciones desde Billie Holiday, Elvis a las bandas sureñas de los Estados Unidos de los 70. Soy bastante clásico y cualquiera de Bob Dylan me sirve. Aunque una que me gusta mucho es Po’ Boy.

Y su vida ¿tiene alguna?

Como la de todo el mundo, tiene muchas. Mi vida personal no tiene mucho que explicar fuera de lo que se ve. El mundo onírico y las quimeras mentales de cada uno, el devenir de los acontecimientos; todo te da canciones. Nos hace sentir que estamos vivos y, quizás, que la vida tiene algún sentido.

Fuente: Edic. Impresa de La Vanguardia – Jofre Sáiz – 21/7/16