Manolo García: «Es un momento excelente para la canción política

El artista catalán combina la sensibilidad del poeta con la indignación por la situación política: «Lo más importante es entender la situación de la gente»

Alma de poeta, espíritu de roquero, sensibilidad de pintor… Manolo García(Barcelona, 1955) es más que el «compositor de canciones de música popular» que dice ser. En su enjuta figura se concentran los fragmentos de quien trata de construir todo lo que le rodea a partir de lo que habita en él. Quizá por eso asume que le haría feliz, pese a que no tiene ínfulas, que alguien dijera que ha logrado ser «un poeta, incluso un poeta menor». «Al fin y al cabo hay una pretensión lírica en mis canciones», se excusa. También por eso reconoce que dedica mucho tiempo a ponerse delante del lienzo en blanco. «Pintar me eleva de mi mismo y me distrae», dice citando al escritorRobert Walser. Lo único seguro es que todos esos fragmentos que concentra son indudablemente suyos. Todos son «manolescos».

Inmerso en la preparación de su nueva gira, antes del penúltimo ensayo general, recibe a ABC. Es miércoles por la mañana, y tras interpretar los dos primeros temas que tocará en la serie de 16 conciertos que tiene programados hasta el 23 de julio, comenta entre risas: «Tener que cantar a estas horas de la mañana es un poco mala leche». Y cuando lo dice aún le quedan por delante cuatro horas para ajustar y perfeccionar el funcionamiento de la doble banda que ha reunido: el grupo de músicos americanos con los que grabó en Nueva York «Todo es ahora», su último trabajo, y su banda habitual de directo. Es su faceta más prosaica, en la que se muestra como un director de ópera: a mitad del tema que está ensayando se va del escenario, se sitúa en el lugar de los técnicos y observa con los ojos de un espectador. Cuando acaba el tema, se acerca a sus músicos y perfila correcciones. Da la orden y comienza una nueva canción. Y vuelta al ritual hasta lograr que todo se armonice a su gusto.

Desde esos rasgos «manolescos», como él mismo ha acuñado, conforma su particular visión del mundo. Y su mundo empieza en la música, su medida de todo: «Es más fácil que yo me ponga de acuerdo con mis bandas que los políticos entre ellos, porque lo que perseguimos es ser felices, no ser poderosos o amasar fortunas». En la crítica a la inestabilidad política, a la crisis de refugiados, a los paraísos fiscales… también acaba llegando a la música: «Es un momento excelente para la canción política. Un momento de denuncia para que el artista que quiera y que pueda haga canción social. Creo que va a empezar pronto, si no ha empezado ya, un movimiento en este sentido porque la situación mundial lo merece», reivindica.

Pagar religiosamente

«Los políticos pugnan por mandar, por obtener escaños… tendrían que disimular un poco»

«Lo más importante es entender la situación de la gente», repite como un altavoz Manolo García. Lo dice refiriéndose a los políticos, pero también a su música. «Mi banda y yo pretendemos disfrutar con cada canción, con cada concierto. Hacemos un frente común para hacer felices al público; sumamos para dar felicidad a los demás. El cuerpo político, por contra, pugna por mandar uno sobre otro, por derribar al contrario, por obtener escaños… tendrían que disimular un poco», protesta. «El único político que me ha emocionado al escucharle y que me he creído es Pepe Mujica. También me gusta escuchar, como persona mesurada y tranquila a pesar de que es joven, a Garzón.Cuando le oigo no siento desazón, no apago la televisión. Al resto hace ya tiempo que la apago cuando empiezan a hablar. No me creo nada».

«La mayoría de ciudadanos de este país, de mejor o peor talante, incluido yo, cuando nos toca pagar impuestos, pagamos. ¿Y qué se hace con nuestro dinero…?»

Imbuido en la actualidad política, critica los escándalos de Mario Conde o Rodrigo Rato. «La mayoría de ciudadanos de este país, de mejor o peor talante, incluido yo, cuando nos toca pagar impuestos, pagamos. ?Y qué se hace con nuestro dinero…?», cuestiona para analizar: «Estamos llegando a un punto donde la población está asqueada de todo esto porque los papeles se han invertido. No son nuestros jefes. Ustedes no pueden actuar con esa prepotencia y ese desdén. Es un insulto. Y estamos siendo muy majos, muy buenas personas con ustedes».

El presente de la música

Manolo García presume, orgulloso, de la forma en la que comienza el proceso creativo de un nuevo disco: «No estoy obsesionado con hacer canciones. Las hago cuando lo necesito anímicamente hablando, no cuando me piden un disco. Mi compañía de discos no me lo exige, porque eso es imposible, no me pueden exigir nada: el acto creativo es pura apetencia. Es un intentar hacerlo», explica. Quizá por eso, en el momento en el que por primera vez en España la venta de música digital superaba al formato físico, defiende la calidad:. «Yo personalmente prefiero de todas a todas los vinilos y los CD. Evidentemente tengo mi aparato en el que llevo un montón de discos con mucha menos calidad de sonido, pero si me das a elegir, prefiero vinilos».

«No estoy obsesionado con hacer canciones. Las hago cuando lo necesito anímicamente»

De la misma manera compara los tiempos pasados a los de ahora, la forma en la que llevaba su vida y cómo concilia la faceta musical con la personal. «Yo he hecho giras muy largas, de salir de casa en mayo y volver a finales de octubre. Pasaba meses en América con ‘El último de la fila’ y daba 100 conciertos. Ahora es diferente: concentro la tarea, ahora por ejemplo voy a hacer 16 conciertos, 8 en recintos mayores y 8 en más pequeños, y ya está».

Habla con la experiencia del músico que decidió que sería cantante viendo con sus tíos una película de Raphael cuando era niño. Que sabe cómo hacer las cosas para que la vida no se le escape. «Esta gira la he organizado de manera muy racional. Me tomo mis tiempos. Ahora haré un concierto por semana, para estar como mucho dos días en carretera y el resto poder estar componiendo nuevas canciones, pasear, relajándome…». Y sentencia: «La clave es no apelotonarse, no querer comerse el mundo porque si no corres peligro de que el mundo te coma a ti».

Galería de Imágenes