«Si yo pudiera ser alguien, sería Manolo García» Guía de escucha, por Dani Rodriguez (Xerop)

Creo que Joaquín Sabina es el mejor narrador vivo en lengua castellana, y considero a Andrés Calamaro el mejor músico en castellano de los últimos quince años. Pero si yo pudiera ser alguien, sería Manolo García. Vaya por delante que esto intentará ser una guía de escucha. Una especie de mapa del tesoro con más de una X, en concreto una por cada canción de Manolo que merezca la pena escuchar una y otra vez. Evidentemente, esto está basado en mi opinión personal, con lo cual puede ser una auténtica mierda, o no.

Dice la Wikipedia que Manolo nació en Barcelona. En concreto, nació en el barrio del Poblenou, en agosto del 55. La verdad es que el primer mérito de Manolo García es, precisamente, su nombre artístico. Llamarte Manuel García García-Pérez no sólo no te distingue especialmente de millares de tus compatriotas, sino que seguramente te empuja a buscarte un buen pseudónimo a la hora de lanzar tu carrera en solitario. Claro que después de formar parte de Los burros y de ser durante tantos años El último de la fila, queda claro que a Manolo no le importa demasiado el marketing…

De su primera formación, Los rápidos, a la segunda, Los burros, hay un cambio fundamental: la presencia de Quimi Portet. El sonido sin él no deja de ser un pop-rock sin excesiva personalidad, mientras que en Los burros no sólo se nota un cambio en la música sino también en la extravagancia de las letras. La canción más conocida de esta etapa es Huesos, de la que merece mucho la pena escuchar además una versión, más psicodélica, incluida en Jamón de burro, el segundo y último disco… antes del alumbramiento de El último. Bonus tracks: Te quiero bastante, una canción de amor al 99%, y Moscas aulladoras, perros silenciosos, la más manolo de todas.

La etapa en la que forma dúo con Quimi Portet es la más fructífera. Bajo el techo de El último de la fila, Manolo firma canciones enormes y gesta la semilla para otras, quizá aún más grandes, que vendrán en su carrera en solitario. Pero es innegable que la influencia de Portet es un hecho en su música.El último de la fila publicó siete señores discos entre 1985 y 1995. El repaso de canciones, claro, es largo y agradable…

Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana, el disco debut, nos regala sobre todo la tristísimaQuerida Milagros (Querida Milagros, llevo seis días aquí / Te echo de menos, no puedo vivir sin ti), la historia del soldado Adrián. Aunque para letra, El loco de la calle:

Paso al loco de la calle,
paso al ansia de vivir

Desde que tú te has ido, se ríe de mí la soledad.
Te espero en los caminos y te confundo a todas horas.
Mientras estoy perdido, los niños me han dicho que lloras.
Y solo sé que no puedo estar,
si tú te vas, mi casa voy a quemar…

De Enemigos de lo ajeno destaca la icónica Insurrección, popularizada también por la voz de Miguel Ríos. Una canción-himno que se canta del tirón, una especie de canción-protesta sentimental:

¿Dónde estabas entonces
cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie
pero tú creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta
de nada sirvió.

Barras de bar, vertederos de amor,
os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contraluz.

Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.

Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz.
Quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas
para continuar en la brecha.

Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.

Junto a ella, la imprescindible Aviones plateados…. 

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Fuente: Dani Rodriguez – Xerop. Gracias!