Montserrat Caballé y Freddie Mercury causaron furor en la grabación de ‘lbiza 92’

La grabación de las actuaciones musicales del filme en 35 milímetros Ibiza 92 se consumó el viernes por la noche en la discoteca ibicenca Ku. Televisión Española, la promotora de conciertos Managers y la propia Ku, con la colaboración de la comisión del V Centenario del Descubrimiento de América, son los muy heterogéneos responsables de la iniciativa de esta película promocional, cuyo objetivo es el relanzamiento de la imagen de España y, particularmente, de la de la isla de Ibiza de cara a 1992.

Ocho grupos, entre ellos Duran-Duran y Spandau Ballet, participaron finalmente en la grabación, realizada en playback, que se cerró con la esperadísima actuación de Montserrat Caballé y el líder de Queen, Freddie Mercury. El singular dúo causó furor con el tema Barcelona. «Pone los pelos de punta», fue el comentario que más pudo oírse entre el abigarrado público asistente.La Caballé y Mercury le echaron salsa al asunto, tanta que casi lograron hacer olvidar que la cosa iba de play-back- La unión musical, apriorísticamente contra natura, de la célebre soprano y el histriónico rockero, se resolvió con un acercamiento por la vía del look clásico: no apareció la Caballé con camiseta desgarrada y pantalón de cuero, no, sino que fue Mercury el qué condescendió a un muy operístico vestuario de gala. Saludó el público al dúo con una ovación inmensa. La soprano, toda plata y gasa, se arrancó: la voz subía y bajaba, se mantenía arriba y, de repente, ¡zas!, entraba el Mercury: «iBarcelooonaaa!». Emoción; él chillaba, ella le apoyaba belcantísticamente, le sonreía, vibraban al unísono las gargantas, luego se alternaban. Una danza de miradas y gestos en el escenario. Ella le concedió la mano; él la tomó con infinito respeto. Otra vez «¡Barceloonaa!». Y para consumar la apoteosis, fuegos de artificio.

Así se cerró esta curiosísima experiencia del Ibiza 92. Atrás quedaban bastante confusión, la actuación de un puñado de grupos -algunos de gran renombre internacional- y varias actividades sociales, como es preceptivo en esta isla, notablemente la velada en la casa fastuosa de un italiano, a la que asistieron varios de los artistas y el director cinematográfico Roman Polanski.

A las 21 horas de la noche del viernes la pista central del Ku, ocupada por los hombres de Fugitive TV, la empresa inglesa que grabó el concierto para TVE, parecía la cubierta de vuelo de un portaviones. No menos de tres travelines -uno largo y serpenteante-, grúas, cinco cámaras de alta sofisticación, decenas de focos y un enjambre de técnicos llenos de nervios y walkie-talkies, conformaban un panorama espectacular. Especialistas con los arneses del steadicam practicaban los movinúentos de sus cámaras pectorales de seguimiento personal con la pericia de los marines de Aliens. El italiano Pino Sagliocco, fundador de Managers y factótum del Ibiza 92, daba órdenes. La idea es que esta película, de la que se efectuarán copias en vídeo y en la que las actuaciones se alternarán con imágenes de la isla, llegue a ser vista por millones de personas en todo el mundo.

Rodaje sin percances

El rodaje se realizó lentamente y sin percances. Los grupos fueron sucediéndose en el escenario con largos intervalos. Abrió El último de la Fila, con su pop-flamenco y luego actuaron Hombres-G. Ambos grupos intrerpretaron sólo un tema, mientras que los siguientes grabaron dos: Marilion, grupo británico de rock sinfónico; Chris Rea y su banda con el escuchadísinio On the beach; Boison, una formación de glam-heavy que está pegando fuerte en EE UU y Nona Hendryx, una negrita imponente que interpretó temas disco.Duran-Duran, que interpretó Notorious y Skin Trade con una buena pantomima de su líder Simon Le Bon, y Spandau Ballet -Cross the fine y Through the barricades- fueron seguidos con gran expectación por el público, a pesar de la evidencia aplastante del play-back. Un público en el que había de todo, desde los efebos y los andróginos vestidos con barroquismo sirio que han dado imágen típica a las noches de la isla, hasta vips de aspecto respetabilísimo. Todos juntos, pero no revueltos, en el mismo barco del Ku, marco nocturno de diversión, equívocos, lubricidad, desencuentros y búsqueda más o menos infructuosas de material tonificante.

Fuente: El País – JACINTO ANTÓN