Manolo García: «Esto es lo más rockero que he hecho desde Los Rápidos» La Vanguardia

El cantante barcelonés publica ‘Todo es ahora’, un álbum grabado con los músicos del último cd de Bowie.

Con la exactitud del metrónomo, el próximo martes se publica Todo es ahora (Sony), el álbum, en confesión propia, más rockero de Manolo García desde que ejerce profesionalmente de Manolo García. Una obra que llega justo tres años después de Los días intactos, un álbum y una posterior gira que se saldaron con una magnífica acogida. Si este álbum ya fue elaborado y grabado en la Costa Oeste de Estados Unidos, el nuevo (que consta de un disco con 14 temas nuevos y un segundo volumen compuesto de las maquetas del mismo) lo fue en unos estudios del estado de Nueva York. El músico barcelonés aún no tiene decidido cuándo presentará la flamante obra, la sexta que alumbra desde que El Último de la Fila pasara a mejor vida.

Se le ve satisfecho y casi feliz.
Sí. He disfrutado muchísimo haciendo este disco. Por fin se están cumpliendo mis deseos: quería ser músico, lo he conseguido y estoy muy contento.

Ha pasado de California a Nueva York a la hora de hacer su nueva obra. ¿Por qué?
Hay varias cuestiones que suman. A mí me ha gustado mucho la música setentera, Bowie, Rollings, Queen, con los que coges rudimentos y aprendes, pero la gran mayoría de bandas que me realmente me gustaban eran americanas: Me encantaba el rock sureño, Charlie Daniels Band, Lynyrd Skynyrd, esas bandas gamberrotas, de carretera, Doobie Brothers, Allman Brothers. En algún tema del nuevo disco hay acordes clarísimos de rock sureño o de los Creedence. Esa es una de las cuestiones. Otra es Bowie. Para mí siempre ha sido un personaje muy apetecible a nivel musical, y su último disco, The next day es apocalíptico, me ha llegado al tuétano. Teníamos hambre de él porque desde el 2004 no hacía nada. Me empapé de ese disco, me gustó tanto que un día soñé con Bowie. Lo oía durante horas mientras pintaba que una noche soñé que lo veía por la calle, no quería molestarle, y me fui. De su boca salían mariposas. Soñé eso. Nada más despertarme cogí la guitarra y comencé a escribir Esta noche he soñado con David Bowie, una de las canciones del nuevo disco. A raíz de eso hice una maqueta del tema y de allí se me ocurrió que sería fantástico tocar con los mismos músicos que lo hicieron con Bowie en ese disco.

¿Tuvo éxito?
Excepto uno que se mostró un poco reticente, todos los demás dijeron que sí. Estamos hablando de gente histórica. Hice dos bandas: Gerry Leonard, Zachary Alford, Earl Slick, Sara Lee… No pretendía que tocaran como con Bowie sino que con su pulso personal tocaran lo que les saliese, lo que les estimulara las maquetas que había traido.

¿Así que ya fue allí con los deberes medio hechos?
Sí. Todas las canciones que me llevé ya estaban maquetadas y algunas se quedaron fuera del disco. A mí no me gusta que me pillen en un renuncio. Yo tengo mil arreglos en mi cabeza; soy muy músico intuititivamente, pero no tengo la sabiduría del músico de escuela. Pero con los años estoy más seguro y no dialogo tanto. Tengo una idea y voy adelante, Si tú me ofreces algo que creo que lo mejora, lo acepto, si creo que no, sigo con lo mío.

¿Es su disco más rockero?
Después de mis años en Los Rápidos, sin duda. Muchas más guitarras. Me apetecía; he dado otra vuelta de tuerca a lo que hice en el anterior y que no es otra cosa que volver a los orígenes.

¿De qué habla el disco?
Echo mano de mi modesta filosofía de bolsillo. No puedo sustraerme a la tentación de hablar y opinar. Lo primero es que todo es hoy, quizás mañana; luego, en la canción Subo escalas, bajo escalas me pongo estupendo y hablo de política, donde cargo contra las «mentes de páramo gélido» que es lo que pienso de los políticos. Estoy hasta las pelotas de sus desplantes, de su soberbia, de sus malas prácticas. Y el otro tema recurrente es el amor en todas direcciones, un amor mucho más generoso. Y el paradigma en este sentido es Canción del solitario que se reconcilió con el mundo, que defiende a la persona altruista y generosa en el amor, Así soy yo ahora: amo a todo el mundo, no me enfado con nadie. Soy feliz.

Fuente: La Vanguardia – Esteban Linés – ENLACE