Monthly Archives: noviembre 2010

MG: Manolo García en el Teatro Metropolitan

Poco antes de las 8 de la noche, el telón del Teatro Metropolitan subió para descubrir a la banda que acompaña a Manolo García: batería, teclado, guitarra acústica, guitarra eléctrica, bajo y percusiones. El público, enfundado en chamarras, bufandas y guantes, comenzó a aplaudir cuando apareció Manolo, dando inicio al concierto con “Provincia de río negro”.

Los “manoleros mexicanos”, eufóricos por su presencia, le gritaban: “te extrañamos”, “ya no nos dejes”, “México te ama”, “eres dios” y, cómo no, también: “¡cásate conmigo!” . Manolo, sonriente y emocionado, hizo una señal para que le encendieran las luces del público y trataba de mirar a todos y cada uno de los presentes, en especie de ceremonia de reconciliación, de reencuentro amoroso.

Fuente: Por Valentina Domínguez – Ocesa
Se confesó feliz y agradecido de volver a México, pues aunque visitó nuestra ciudad hace 3 años, lo hizo en un concierto tan íntimo que muchos de sus fans se quedaron sin verlo. Esta vez hubo quienes viajaron desde distintos puntos de la República Mexicana e incluso de países vecinos. Antiguos fans de El Último de la Fila que ahora llevaban a sus hijos, niñitos cargados en hombros, que también coreaban los temas con sus vocecitas. Un reencuentro muy emotivo.

El frío se dejó de sentir cuando Manolo interpretó “Para que no duerman mis sentidos”, bajó del escenario e hizo un paseíllo, como torero, recorriendo toda la primera sección de asientos. Las bufandas cayeron, los botones cedieron y algunos afortunados pudieron darle la mano y abrazarlo.

Con los primeros acordes de “Pájaros de barro”, las palmas mexicanas hicieron retumbar el recinto y, con la piel de gallina, todos cantamos, recordando las palabras de Manolo: “Hay poesía, la buena noticia es que sí hay poesía”.

En una apasionada versión de “Ardió mi memoria”, apareció en el escenario una “bailaora”, haciendo una mezcla de pantomima con baile flamenco, arrancando piropos y aplausos. Y cuando pensábamos que nada podría ser mejor, Manolo interpretó un par de temas de EUDLF; con el público de pie, saltando y bailando, el frío era ya sólo un recuerdo.

Casi al final de la velada, Manolo cantó acompañado de mariachis: “Luz de Luna” y “Cuando yo quiera has de volver”. El último tema que nos regaló fue “Malva”. Luego de una larga ovación de pie, los fans corrieron a formarse en una inmensa cola para que Manolo García, en una muestra total de generosidad y gratitud, les autografiara sus discos.

Fuente: Por Valentina Domínguez – Ocesa – ENLACE

MG: Manolo García cantó a los oficios, al amor y al vaso medio lleno

Hay poesía en el acto digno de Villa de rechazar un cargo político hace 100 años; en Frida y sus ganas de vivir; en la acogida a los niños de Morelia, lanzó el músico catalán Manolo García, durante su entusiasta presentación en el teatro Metropólitan, este domingo.

Hay poesía, repitió, antes de bajar del escenario y caminar entre las filas de butacas. Llegó hasta la mitad del teatro, con personal de seguridad tras de él. Entre abrazos, siguió su recorrido.

De vuelta en el escenario, interpretó Rosa de Alejandría.

Fuente: La Jornada.

García, quien fue integrante de El Último de la Fila, con su pop mestizo, le cantó a los oficios, al amor y al vaso medio lleno.

Una bailarina lo acompañó sobre el escenario en buena parte de las canciones. Con dramatismo e intensidad representaba las canciones, a veces como si fuera una marioneta o un mimo, luego con una especie de flamenco pop.

Momento pleno de optimismo

En el optimista canto No estés triste (verás que hay más, que son rosarios de lamentos bajo los que te marchitas, verás que hay más, verás que el mundo gira más), la bailarina traía puesto un traje como hecho de periódicos y bailó con una silla forrada de diarios. Al final, como en un acto de liberación, se despojó del traje.

Las bases de la batería y otras percusiones también estaban cubiertos con periódicos. Sobre el escenario colgaba una especie de telaraña metálica.

Hay una dignidad en los oficios que se van perdiendo, son perlas preciosas, dijo antes de interpretar Zapatero: Mándame en un sobre, tu sonrisa rota, yo te la compongo, que soy zapatero.

Durante su popular Pájaros de barro, el público se paró y siguió el ritmo con las palmas.

Acercándose el final del concierto, salió al escenario un mariachi con el cual interpretó Luz de luna.

Hay poesía cada vez que alguien encuentra refugio en una canción, resumió el roquero español.

Fuente: La Jornada – ENLACE