4ª Edición Premios «Rolling Stone», Manolo Garcia está entre los nominados a Mejor Disco del año. A votarle AQUI!
A finales de noviembre celebraremos la cuarta edición de los galardones que, cada año, concede la revista a los artistas más destacados. Las ciberurnas está abiertas desde ya, para que vosotros, los lectores y usuarios de la web, participéis activamente con vuestros votos.

«… Manolo García (discazo, y no lo suficientemente valorado)…»
En noviembre entregamos en Madrid los galardones anuales que concede la revista ROLLING STONE. El evento, que este año celebra su cuarta edición, se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario anual de la industria musical.

Los Premios ROLLING STONE nacieron en 2009, coincidiendo con el décimo aniversario de nuestra revista, para reconocer la carrera y la obra de diez de las figuras y grupos más importantes de nuestra música, mezclando de forma equilibrada tradición y actualidad. Otro año más, afrontamos esta nueva convocatoria con la misma filosofía.

Al igual que en los últimos dos años, los lectores de la revista y usuarios de la web podréis participar en los premios de manera directa. Vosotros seréis los encargados de elegir a los ganadores del año, en cuatro categorías: Disco del Año, Canción, Gira y Premio Grupo Emergente 2012.

Disco del Año
Ha habido muchos álbumes buenos este año, pero hay que seleccionar: Diciembre, de Leiva, ha sido una de las sorpresas, tras la disolución de Pereza; la colaboración entre Loquillo y su mano derecha en la composición Sabino Méndez, en La nave de los locos, otra. El hombre que más portadas de ROLLING STONE acumula, Bunbury, también ha publicado algo muy bueno; lo mismo que Manolo García (discazo, y no lo suficientemente valorado) y M Clan con su nuevo disco sacado del horno. Sería pecado olvidar el homenaje de Los Evangelistas a Enrique Morente, con un disco revolucionario y emocional.

Gira del Año
Que la música en directo vive malos tiempos no es ningún secreto. Aún así, los seleccionados han sabido llenar recintos con tesón. En especial la de Extremoduro, que ha batido records. Sabina y Serrat (quizá los que más fechas han tenido), Los Enemigos (por su regreso), Vetusta Morla (por el éxito cosechado), Amaral (por la energía y diversidad) y La Casa Azul (por su divertidísimo espectáculo) cierran los nominados.
Grupo Emergente
Este también ha sido el año de Napoleón Solo y Supersubmarina. Y el momento de la renovación del pop de la mano de Los Punsetes y de la electrónica con Zombie Kids y el catalán John Talabot.

Canción del Año
Las canciones hablan por sí solas. Aquí tienes los enlaces para que las escuches antes de votar. Chacarera de un triste, Enrique Bunbury; La Estrella, Los Evangelistas (y Soleá Morente); Sabrás, Bebe; Pegatina, Rubén Pozo; Tierra, Xoel López y Dame la razón, Marlango.
Podéis elegir a vuestros favoritos desde ya y hasta el próximo 9 de noviembre. Para votar solo hay que registrarse en la web (pinchando aquí), seleccionar a un nominado por categoría y votar.
Muy pronto os daremos más detalles sobre la fiesta y cómo podéis conseguir una de las cinco invitaciones dobles que sorteamos.

Fuente: Rolling Stone – ENLACE

El cantante emociona y entusiasma en el Auditorio con un repertorio aclamado y coreado y con su inconfundible voz y su entrega absoluta.

Ya dijo Manolo García en un momento del concierto que lo bueno de la música es que las amistades no se perdían. Y perdura su éxito. Ayer en el Auditorio fue recibido al grito de «maestro»; y eso que comenzaba calmado, a golpe de voz y teclados. Rápido se encendió aún más la afición a las primeras notas de «Sombra de tu palmera». Y así de principio a fin.

La gente siempre comienza los conciertos del cantante ordenadamente, sentados, recogidos y, al rato, se dispersa a bailar y cantar, a disfrutar. Ayuda el músico catalán con sus incursiones por pasillos y el frontal del escenario. Por ahí le llegan regalos, peluches y banderas de Asturias en las que luego se envuelve el barcelonés.

Al poco de culminar la parte de presentación asoman efectos luminosos y se despliega una banda muy potente, cargada de instrumentos de cuerda, de percusiones (cajón, batería…), acordeón, teclados, de cuidados sonidos; y van cayendo, como un regalo para el público, todas sus píldoras medicinales. «Malva», donde ya se muestra el talento del guitarrista (con una entradilla con «olor» funky) o «Para que no se duerman mis sentidos», con la que García aprovecha para reflexionar: «Es mejor sentir que pensar, pensar es muy cansado, hay que sentir». Asoma la danza entre sombras de una pantalla y al poco en el escenario acompañando «Compasión y silencio».

Para entonces Manolo García ya había pedido mirar al futuro y cuidar el cambio climático para las generaciones venideras. «Esto también lo tapa la crisis», dijo. Ya hacía tiempo que había saludado a «Uviéu», a los que allí estaban «de Gijón, de León y Valencia», porque ya habían transcurrido, en un pispás, tres cuartos del concierto (antes de bises) y la sesión ya era más que una fiesta total, era la mejor demostración de complicidad entre un artista y su público.

Pero, claro, quedaba mucho por exponer. Por ejemplo, una «intro» de guitarra española espectacular en «Sin que sepas de mí», otro espectáculo combinado de imagen de sombra y danza, canción e instrumentos en «Sombra de tu sombrero», para proseguir hasta el final con un buen puñado de piezas que dan distintos tonos de su repertorio: «Estoy alegre», «Nunca el tiempo es perdido» («guapo y campeón» se oía entonces), «Un año y otro año»… Su retahíla imparable de éxitos que combina con sus saludos, su proximidad con la gente y sus mensajes. «A veces», dijo Manolo en la primera parte, «llegan pequeños presentes y alguien me dice: «Gracias por continuar»». Pues así fue en la despedida del concierto, regalando a sus fieles bises que culminaron la sesión con una fiesta total.

Fuente: La Nueva España – ENLACE

El Auditorio se llenó hasta la bandera para disfrutar del directo del músico. El concierto de Manolo García aplazado en mayo, a causa de una apendicitis sufrida por el artista, finalmente se celebró ayer en el Auditorio Príncipe Felipe, dentro de la gira del disco ‘Los días intactos’. El músico barcelonés puso el cartel de ‘entradas agotadas’, lo que prueba la fidelidad -y la cantidad- de un público que le adora.
Se le reconoce siempre, aunque en este caso predominó su vertiente más rockera. Comenzó, con diez minutos de retraso, con un pequeño formato al borde del escenario tras el cual tapiaba el resto una serie de biombos iluminados, una elección para recordar temas como ‘Navaja de papel’ y ‘Sombra de tu palmera’, coreada ya en pie desde esos primeros instantes por el público. Después se abrió el escenario a la big band con ‘Un alma de papel’ para introducir las piezas de ‘Los días intactos’ y alternarlos con sus temas más conocidos.

Fuente: El Comercio

Manolo García publicó hace un año ‘Los días intactos’, su sexto trabajo en solitario con una gira que ha sido un éxito llenando allá por donde ha pasado, incluido Oviedo.

Músico, pintor y letrista se define como lector incansable al que le gustan las palabras. Señala así el cantante que intenta «utilizar palabras que tienen un sentido muy rotundo por el peso que les da el tiempo que llevan en uso».

Este gusto le valió para ser bibliotecario en la mili que hizo en Gijón, en el cuartel de Simancas, actual centro municipal del Coto, donde dejó un mural por el que se pregunta si aún seguirá allí. Su faceta de pintor, aunque no llene teatros, empieza a estar cada vez más reconocida.

Fuente: Radio TV Asturias

Manolo García llega hoy por fin al auditorio Príncipe Felipe (21 horas) con la gira «Los días intactos», un concierto que tuvo que aplazar por una inoportuna apendicitis. Estaba previsto para mayo. En enero se habían agotado las entradas en pocos días. Manolo García presenta en «Los días intactos» algunas de sus canciones del último disco, pero no deja de lado otros éxitos de su antiguo repertorio, como confirmó a LA NUEVA ESPAÑA la pasada semana. El músico catalán está arrollando en sus conciertos como es habitual desde que comenzó su carrera. No obstante, como dijo en la entrevista con este periódico, cada noche es distinta y cada concierto se va acoplando al momento y al público. No faltan canciones de su etapa con «Los Rápidos», «El Último de la Fila» o anteriores producciones en solitario.

Lo que sí es evidente es que el cantante suma en su gran colección de complicidades al público asturiano. Siempre recuerda su etapa en la mili, en Gijón, los amigos que hizo mientras estuvo aquí y la experiencia de aquellos tiempos en los que él comenzaba una carrera, que acabó siendo impresionante. En este nuevo disco García mezcla estilos, aunque hay un eje central de la mano del guitarrista norteamericano Waddy Wachtel, uno de los colegas del «Stones» Keith Richards en sus aventuras en solitario. Para Manolo ésta fue una experiencia muy enriquecedora que, además, le acercó a las guitarras del rock de siempre que tanto le gustan.

Fuente: La Nueva España – ENLACE