De vez en cuando surgen ocasiones especiales como esta. Un emotivo tributo sencillo y sentido denominado «El sitio de mi recreo» para reivindicar la figura de uno de los artistas imprescindibles de la música española, en concreto la pop y para más señas Antonio Vega en un recinto acogedor como el Centro Musical y Artístico de Las Armas de Zaragoza, donde un sobrio escenario de tamaño medio e iluminación sobresaliente envuelve una propuesta tan fina como efectista; un tributo en acústico de las canciones de Antonio Vega (tanto con Nacha Pop como en solitario), ejecutadas por dos de sus excompañeros de fatigas sobre las tablas, el teclista Basilio Martí y el guitarrista Ricardo Marín que acompañados por una serie de colaboraciones especiales diseñaron un sitio de recreo para los algo más de medio centenar de espectadores que nos acercamos a disfrutar del concierto. Es curioso que siendo un homenaje a una figura esencial de nuestro pop como Antonio Vega (el precio 10 euros anticipada) no responda el público como debería. Pero sea por las fiestas, la crisis, la cercanía de la Nochevieja u otros motivos al final sólo nos juntamos ese más de medio centenar de espectadores, que no estando mal, no es lo uno se podía esperar de un concierto así y más cuando algunos dicen ser muy fans de Antonio Vega. Pero ya sabemos como funciona esto, cuando alguien deja este mundo «era muy bueno» (como hemos visto esta misma semana con Germán Coppini) pero en vida, que es donde de verdad se demuestra el apoyo en el día a día o mes a mes de ese supuesto seguimiento se queda en la décima parte. En vida o en estos homenajes posteriores donde la figura del artista ya se ha difuminado de los principales focos mediáticos.

Fuente: MrThunderstruck – ENLACE

Pero hecha esta consideración es momento de hablar de lo acontecido en el concierto de ayer, en lo que como digo fue un emotivo homenaje a Antonio Vega a través de sus temas más celebrados o especiales que tanto Ricardo como Basilio se encargaron de recrear de una manera muy elegante sobre las tablas. Las canciones de Antonio desde luego siempre fueron adecuadas para brillar en los pequeños espacios, donde artista y espectador se funden en espacio y tiempo y donde las canciones son capaces de emocionar las almas de los presentes desde su calidez, sin llamadas a la estimulación o a subir el volumen, hechizando casi con susurros. «Una décima de segundo», «Desordenada Habitación», «La última montaña»,»Elixir de juventud», «Lucha de gigantes» salieron de los brazos de Morfeo durante esa hora y media de actuación para emocionar de nuevo, con esta nueva encarnación tratada con el máximo cariño, respeto y clase por parte de Ricardo y Basilio que demostraron su calidad musical. Además la actuación fue aderezada con numerosas anécdotas acerca de sus vivencias junto a Antonio Vega que fueron muy bien recibidas por la audiencia.

Además de ello esta serie de conciertos tributo a Antonio Vega «El sitio de mi recreo» cuentan al parecer, con una serie de colaboraciones especiales de artistas de la zona (en este caso Zaragoza) en determinados momentos de la actuación. Anoche, Jesús Pérez de Hotel, Richi Martínez de Bogus Band, Alex Hyde de Mister Hyde, Patricia Marqués y Satur Rodríguez de Reversión e incluso el cantante de los metaleros Eternity, Raúl Velilla, entre otros se sumaron al tributo con más o menos fortuna en sus adaptaciones, pero con un buen tono general. Como no podía ser de otra manera la guinda al concierto, el único bis, lo puso el himno de Nacha Pop y del propio Antonio Vega «Chica de Ayer». Momento karaoke puro en el recinto para junto a todos los invitados especiales sobre las tablas poner el fin de fiesta. Fue hora y media de recuerdos de unas canciones que forman parte de la banda sonora de este país. Sin Antonio Vega, el pop español no hubiera tenido ese brillo de sensibilidad, sencillez e intimismo que sólo él supo dotarle y que tan bien recrean Basilio Martí y Ricardo Marín. Conviene acercaros a esta gira «El sitio de mi recreo» para rememorar ese bello espíritu.