MG: Entrevista en AUX Magazine – EL ARTISTA INTACTO

Entrevista telefónica respondida el 21 de marzo desde Zaragoza. Manolo García vuelve al País Vasco para defender en directo ’Los días intactos’, su quinto trabajo en solitario desde que, en 1998, se disolviera El último de la fila. El disco nos descubre a un artista mucho más rockero y positivo que en entregas anteriores. Un artista que nos revela cómo son sus “días intactos”, esos que define como “vírgenes, en los que todavía no te ha agredido la realidad…” El calificativo, bien podría valer para definir también al propio Manolo García: un artista totalmente ‘intacto’, incombustible, al que no parecen afectarle los problemas que actualmente asolan la industria musical. Al menos, así lo corrobora una carrera de casi 35 años. Y subiendo.

Vendes un montón de copias de ‘Los días intactos’ y las entradas para tus conciertos están agotadas hace meses. ¿Te consideras un privilegiado en estos tiempos que corren?
Por supuesto, teniendo en cuenta como está el tema de las ventas y después de tantos años en la música es un privilegio ver que a la gente le gusta el disco.

¿A qué crees que se debe este respeto por parte de crítica y público?
Esto es un toma y daca: si me respetan es porque yo respeto. En todos los años que llevo en la profesión siempre he tenido mucho respeto por todo el mundo: público, periodistas… Tendré muchos defectos pero tengo una virtud, que es ser agradecido. Desde que tenía trece años yo quería dedicarme a la música y lo tenía clarísimo, ese era mi objetivo. Como lo he ido consiguiendo y estoy contento, esa alegría me da fuerza para ser amable con los demás.

El hecho de tener tu propia discográfica supongo que también dará una tranquilidad…
Eso se lo va ganando uno. Cuando empiezas, tienes las canciones, tienes las ganas, pero no puedes hacerte un disco y dependes de una compañía que te da más o menos confianza. En el momento en que les haces ganar dinero, ya te dejan ir más a tu aire. Cuando triunfas y vendes bien, lo que estás haciendo es comprar tu libertad, porque hasta entonces eres esclavo de la multinacional. Yo ahora mismo soy mi propio productor y el intérprete. Hago mis discos cuando quiero y como me da la gana, pero eso no me lo han regalado, me lo he ganado trabajando y pringando al principio, como todo el mundo en cualquier trabajo.

¿Cómo ves la situación actual de la industria musical?
En tiempos de crisis, los primeros en caer son los advenedizos, los que se subían alcarro cuando todo valía. Lo que se vende ahora es porque realmente gusta al público. Aunque en general, considerando la situación, el que está ahí y persevera lo hace por amor al arte, porque le gusta, porque, salga adelante o no, al menos disfruta de hacer lo que quiere.

¿Cómo resolverías el problema de la piratería?
Complicado… El problema es que han inventado una máquina de hacer churros pero los churros no son suyos, sino nuestros. Y aunque no queramos, se los llevan, los manipulan, los comercializan… En el peor de los casos ni te enteras ni te dan nada, y en el mejor, te dan unas limosnas. Lo veo muy chungo y lo único que se me ocurre es seguir adelante y esperar que en este 15M que estamos viviendo también nos toque a los músicos una mejora y una mayor justicia.

¿Y el problema de la mala gestión de la SGAE?
Ese es otro tema delicado que, desde luego, a los veteranos no nos ha pillado de sorpresa. Básicamente es una reproducción a pequeña escala de lo que pasa en el cuerpo político: eternizar los cargos, que haya gente con posibilidad de poltrona, eso es horrible. Aparte de ese sistema electoral tan estrambótico en el que casi todos los votos están en manos de unos pocos; es terriblemente injusto y antidemocrático.

Centrándonos ahora en tu música, ¿de dónde sale la inspiración después de más de 30 años componiendo?
La explicación es sencilla: no quedarte encerrado en el rock n´roll. A mí me apasiona la música, sí, pero soy una persona que solo puntualmente hace discos, giras… El resto del tiempo soy simplemente alguien que vive. Y, sí, en ese tiempo de vivir, me gusta la música, ir a conciertos, componer… pero de una manera natural, no atenazado por la presión de tengo que hacer más discos, tienen que gustar, yo estuve en El último de la fila, tengo que seguir ahí arriba… Yo quiero coger la guitarra, tocar para los amigos, para mí, y luego cuando tengo unas canciones, puedo hacer un disco y volver a entrar en la vorágine de grabación, promoción, gira… Pero la mayor parte de mi vida la paso como un ciudadano normal.

En cuanto a la temática de las letras, parece que te ha salido un disco muy positivo…
Ahí sí que he forzado la máquina aposta, porque ya estoy hasta los cojones de tanta crisis, tanto miedo… ¿Esto qué es? ¿El Apocalipsis? Ante eso, tomo la decisión: ¡A tomar por culo! No leo más el periódico, sólo leo cultura. Y además quiero gritar ¡estoy contento! Ante el discurso del miedo y el acojone creo que la gente debe reaccionar con alegría como respuesta. Teníamos que estar todo el día en la calle buscando una solución social equitativa pero en un ambiente festivo. Eso sería la hostia, como una patada en los morros a todos esos señores que están todo el día metiéndonos el miedo en el cuerpo.

También es un disco mucho más rockero que los anteriores…
Yo voy experimentando y buscando mi propio estilo, pero la música que más me ha gustado siempre es la cañera; soy muy setentero: los Who, Led Zeppelin, The Clash… Evidentemente, nada que ver con lo que yo hago, pero tengo mi corazoncito rockero y en este disco sí que he buscado ese puntito, potenciando las guitarras eléctricas sobre otras guitarras.

¿Y qué parte de responsabilidad han tenido en ese sonido los grandes músicos que han participado en la grabación?
Al final, el sonido lo decido yo. Los elegí porque les conocía y sabía que nos entenderíamos. Son gente muy veterana y profesional, y para mí era un reto teniendo en cuenta que habían tocado con Bob Dylan, B.B.King, Tom Waits… Estoy muy contento con el resultado, suena como yo quería.

El disco se ha grabado entre Music Lan (Girona) y los míticos estudios Ocean Way de Los Angeles, donde grababan Sinatra, Nat King Cole, Ray Charles … ¿Hay mucha diferencia?
A nivel técnico ninguno, ya que hasta el ingeniero me lo llevé de aquí. Es más, yo no elegí Ocean Way, lo eligió el guitarrista Waddy Wachtel. Lo que sí que cambia es el carácter de los músicos, tienen otro ritmo, otro poso… ¡Ellos son los inventores del rock n´roll! Imagínate estar grabando con un músico que te dice que al día siguiente se va a ausentar porque tiene un bolo… ¡con Crosby, Stills & Nash! Eso es impresionante. Ellos viven el rock de otra manera.

En octubre expusiste tus pinturas en Barcelona, una muestra que ha estadotambién en Madrid hasta el pasado marzo. ¿Qué te aporta la pintura que no te da la música?
Yo creo que se complementan, pero sobre todo supone una vía de escape de la rutina. Es libertad total, creas tu propio mundo, no tienes que seguir ningún dictado, pintas lo que quieres, cuando quieres…

Y a la vez que este disco, has publicado el libro ‘El fruto de la rama más alta’, con escritos, dibujos… En él te defines como un escéptico participativo…
Creo que el ser humano como colectivo hace aguas y por eso yo soy escéptico ante la vida social. Pero eso no quiere decir que me aleje de ella. Pretendo aportar mi granito de arena ofreciendo algo, en mi caso a través de la música.

…más allá de la música:
Un tema para hablar en el ascensor: fútbol, tiempo o política.
Política. Yo creo que el ser humano es político aunque no quiera.

¿Cómo prefieres pasar el tiempo libre: en una exposición de pintura o en un concierto?
Me lo pones difícil. Permíteme que ponga un empate, un día una cosa y otro día otra.

¿Las canciones intactas de El Último de la fila?
‘Insurrección’, ‘Lejos de las leyes de los hombres’ y ‘Disneylandia’. Y cuélame esta última, por favor, aunque sea de Los Burros…

Un consejo para salir de la crisis.
Unirse en la equidad social.

¿Qué les dirías a los políticos?
Bajad de vuestro pedestal a las calles.

¿A los bancos?
No seáis tan chorizos

¿Y al músico que está empezando?
Persevera animadamente

Manuel García García-Pérez (El Poblenou, Barcelona, 1955) logró su primer contrato discográfico a los 25 años. Formó diversos grupos hasta llegar a Los Burros, ya junto a Quimi Portet. Pero la popularidad les llegaría con su primer disco como El último de la fila en 1985, ‘Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana’. El éxito fue fulgurante. Llegaron a tener discográfica propia (Perro Records), telonearon a Tina Turner por toda Europa y editaron una versión en italiano de su álbum ‘Astronomía razonable’ para aquel mercado. El dúo se disolvió en 1998. Quimi ha triunfado en Cataluña y Manolo ha seguido arrasando en toda España: ‘Arena en los bolsillos’, ‘Nunca el tiempo es perdido’, ‘Para que no se duerman mis sentidos’ y ‘Saldremos a la lluvia’, precedieron a este su quinto lanzamiento: ‘Los días intactos’. Con él ha sido disco de platino y número uno en la lista de ventas durante semanas. De los 20 conciertos de esta gira, al cierre de esta edición ya solo quedaban entradas para 5, incluidos los de Euskadi. Nada se ha sabido nunca de su vida privada, estadocivil…

¿Alguna revelación para AUX.?
“Hace muchos años estuve una temporada viviendo en Donostia. Tengo unos recuerdos maravillosos. Quise montar un grupo con gente de allí, pero la cosa no salió bien”.

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