‘No estés triste’, ‘Pájaros de barro, ‘A San Fernando’, ‘Para que no se duerman mis sentidos’ o ‘Rosa de Alejandría’ fueron el complemento perfecto para un concierto, como de costumbre, redondo

Manolo García llenó anoche el Cuartel de Artillería con un público que abarcó todas las generaciones posibles. El músico catalán hizo un recorrido musical por toda su carrera, incluso desde sus orígenes, y abrió el concierto con el tema San Gennaro, de los tiempos de Los Rápidos, cuando todavía el artista no pisaba grandes escenarios.

En un concierto sin descanso en el que el ‘Boss’ español rara vez se pronunció entre canción y canción –y cuando lo hizo levantó ovaciones–, con lo que consiguió mantener el ritmo por todo lo alto, Manolo dio al público lo que quería, sus temas más conocidos. El punto de inflexión de la noche lo marcó Insurrección, canción con el que la gente notó ‘el subidón’ que solo la música en directo de El último de la fila es capaz de producir, por mucho que pasen los años.

‘No estés triste’, ‘Pájaros de barro, ‘A San Fernando’, ‘Para que no se duerman mis sentidos’ o ‘Rosa de Alejandría’ fueron el complemento perfecto para un concierto, como de costumbre, redondo.