MG: Manolo García cantó a los oficios, al amor y al vaso medio lleno

Hay poesía en el acto digno de Villa de rechazar un cargo político hace 100 años; en Frida y sus ganas de vivir; en la acogida a los niños de Morelia, lanzó el músico catalán Manolo García, durante su entusiasta presentación en el teatro Metropólitan, este domingo.

Hay poesía, repitió, antes de bajar del escenario y caminar entre las filas de butacas. Llegó hasta la mitad del teatro, con personal de seguridad tras de él. Entre abrazos, siguió su recorrido.

De vuelta en el escenario, interpretó Rosa de Alejandría.

Fuente: La Jornada.

García, quien fue integrante de El Último de la Fila, con su pop mestizo, le cantó a los oficios, al amor y al vaso medio lleno.

Una bailarina lo acompañó sobre el escenario en buena parte de las canciones. Con dramatismo e intensidad representaba las canciones, a veces como si fuera una marioneta o un mimo, luego con una especie de flamenco pop.

Momento pleno de optimismo

En el optimista canto No estés triste (verás que hay más, que son rosarios de lamentos bajo los que te marchitas, verás que hay más, verás que el mundo gira más), la bailarina traía puesto un traje como hecho de periódicos y bailó con una silla forrada de diarios. Al final, como en un acto de liberación, se despojó del traje.

Las bases de la batería y otras percusiones también estaban cubiertos con periódicos. Sobre el escenario colgaba una especie de telaraña metálica.

Hay una dignidad en los oficios que se van perdiendo, son perlas preciosas, dijo antes de interpretar Zapatero: Mándame en un sobre, tu sonrisa rota, yo te la compongo, que soy zapatero.

Durante su popular Pájaros de barro, el público se paró y siguió el ritmo con las palmas.

Acercándose el final del concierto, salió al escenario un mariachi con el cual interpretó Luz de luna.

Hay poesía cada vez que alguien encuentra refugio en una canción, resumió el roquero español.

Fuente: La Jornada – ENLACE