Monthly Archives: mayo 2016

Nuevo showcase Buenas Intenciones (Ricardo Marín) en Madrid, 23/6

NUEVO SHOWCASE DE BUENAS INTENCIONES EN MADRID! Ricardo Marín estará presentando su cd/dvd en directo Buenas Intenciones en el Honky Tonk Bar de Madrid, el próximo 23 de Junio (21:30 – Aforo limitado – 8€ taquilla).

Recordad también que antes estará presentando su trabajo en Barcelona, Sala Apolo (La 2 de Apolo) el día 15 de Junio. En este caso estará acompañado de Ivette Nadal, Carmen García músico, Malacara, Nene Cassá, FHB

Web oficial: http://www.ricardo-marin.com

En el disco Buenas Intenciones (que sigue a la venta en lugares habituales y plataformas digitales), Ricardo contó con la colaboración y presencia de Nacho García Vega, Ariel Rot, David Summers, Manolo Garcia, Los Secretos, O’funk’illo (página oficial), Miguel Ríos

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Manolo García y las resacas emocionales

Del concierto de Manolo García da pena hasta hacer una crónica. Cuando algo es tan intenso, tan perfecto en su redundante euforia, cualquier cosa que lo toque, cualquier intento de describirlo, es torpe, vano, inútil.

Hay cosas que provocan resaca mental, o resaca emocional. Imagino que esta teoría mía se basa en cierto modo en esa idea de Paul Watzlawick de que nada puede ser peor que un par de días buenos seguidos. Tras ellos, cualquier día corriente o anodino te parecerá una bajada al pozo del desánimo.

Este concierto ha sido como una semana buena, como todo un mes maravilloso, y el día siguiente, extinguida la euforia residual, no puede estar a la altura emocional de lo vivido.

La cotidianidad de nuestras vidas, con todas sus sombras, con un país sin gobierno, con las decepciones sociales y personales, con paro, con desánimo, con una campaña que se presenta dantesca, con resbalones sentimentales, con un escándalo de corrupción cada media hora, es ese estado de equilibrio diario, pero que tras tres horas de concierto que casi fueron cuatro, es más complicado de soportar en la casi natural depresión de un domingo por la tarde.

Si tras un concierto como ese, ves el nuevo anuncio de campaña de Ciudadanos, te entran ganas de cortarte las venas con lo que tengas más a mano, aunque sean unas tijeras de punta redonda. Las resacas emocionales son así, sus estragos superan los del alcohol; las conexiones neuronales echan chispas multicolores en momentos así.

Manolo García es la rebelión personificada, la disidencia artística de un mundo que quiere ahogarnos en mediocre desesperación. Por eso se baja del escenario, canta entre la gente, se sube a la barra, se lanza y se deja portar cual Cristo yacente, so riesgo de volver al escenario medio desnudo.

Impresiona la aplastante juventud de un hombre nacido en Agosto de 1955, sobre todo, si como yo, sostienes la teoría de que aún podríamos estar cantando y bailando en el Auditorio Rocío Jurado si por él fuera…  En realidad su equipo se lo llevó del escenario porque querrían dormir, pero la cosa no tenía porqué haber acabado aún.

De sus letras, nada nuevo se puede decir. El mundo es un poco menos desagradable cuando te paras a mirarlo con sus ojos, sus palabras regaladas…

Y es todo ese compendio de cosas el que crea una huella en el alma que ya no se va, que ya te hace extrañar para siempre esas horas. Pero como dijo el propio artista, la magia de esto, el impresionante y genial secreto, es que ese rato ya nadie nos lo podrá quitar, nunca…

Fuente: Sevilla Actualidad – Mercedes Serrato – ENLACE

Manolo García en Sevilla: tres horas de alegría, libertad y esperanza

El cantautor barcelonés delitó a su público más fiel con sus temas más recientes, pero también con los de siempre

Más de 8.000 personas se dieron cita en el auditorio Rocío Jurado para disfrutar de la muy particular música de Manolo García

Ni un minuto de silencio «se partió» Manolo García (Barcelona, 1955) desde el rotundo «tú me enseñaste a vivir en soledad» con el que abrió su concierto en Sevilla hasta tres horas después, cuando despidió a un auditorio rendido a sus pies caminando hacia San Fernando.

Más de ciento ochenta minutos, dos bandas, quince músicos en el escenario, un aforo de 8.000 personas completo… pero los números no dicen nada. Las letras son las reinas del espectáculo de un artista que crece con cada puesta en escena. Letras que esconden una auténtica y pura filosofía de vida basada en tres pilares: la alegría, la libertad y la esperanza. Con ellas, convirtió en normal lo extraordinario: «Gente normal haciendo cosas normales coomo intentar ser felices», como anunció. Y vaya si lo logró. Su calor, fuerza y vitalidad, su rock patrio elegante y una delicada puesta en escena venció al frío desde la grada hasta la pista de baile, elevando a un público transversal, desde puretas nostálgicos con hijos hasta jóvenes fans entregados. Pura «magia», como reconoció.

El sábado en el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla, en la última oportunidad para verle en Andalucía en su gira Todo es ahora, Manolo García extrajo la esencia, en casi 30 canciones, de sus seis discos en solitario a las que sumó Llanto de pasión y, su himno, Insurrección, de su etapa en El último de la fila.

Con banda neoyorquina

La primera parte del concierto, el cantautor barcelonés estuvo acompañado por la banda neoyorquina que, hasta ahora, le ha puesto música a los temas de sus dos últimos trabajos: Todo es ahora y Los días intactos. Sus fieles, «exprimieron la vida» comprobando en su propia piel que «es mejor sentir que pensar», llevando en volandas a un Manolo que reivindicó una sociedad más justa con su Subo escalas, bajo escalas. «Los políticos nos hacen perder el tiempo, en vez de aclararse y ayudar a la agente que lo necesita con nuestro dinero. Éste es mi canto de indignación, mi pequeño 15-M personal», advirtió. Luego ofreció lo mejor de Los días intactos haciendo temblar el auditorio con Un giro teatral y acunando al público con Sombra de la sombra de tu sombrero.

El segundo bloque, en el que recuperó a sus músicos habituales, tuvo como gran protagonista a Arena en los bolsillos, probablemente su mejor disco en solitario. A las excepcionales Carbón y ramas secas y Zapatero, sumó una de sus señas de identidad, Pájaros de barro, aves a las que hizo aletear el público, llevándolas en volandas, con sus palmas.

No dejó atrás Nunca el tiempo es perdido regalando su Rosa de Alejandría y su advertencia de nuestra inevitable Levedad. También hubo espacio para su intimista Para que no se duerman mis sentidos y una magnífica versión aflamencada de En el batir de los mares, de Saldremos a la lluvia.

El extásis llegó con Insurrección y con las encadenadas Viernes y San Fernando, que hizo al público despedirse vibrando y henchido de alegría. Sólo le faltó una cosa: explicarnos la fórmula para crecer sin envejecer. Seguro que ingiere ese«fármaco precioso» que un día descubrió En los árboles. Salud y larga vida, Manolo. Gracias.

Fuente: El Mundo Sevilla – ENLACE – Carmen Torres – Foto: Jesús Morón